Avances significativos en la renegociación de un nuevo acuerdo han logrado hasta ayer en La Habana en los seis puntos que contempla la agenda, los voceros del Gobierno, encabezados por Humberto de la Calle, y de las Farc, liderados por alias Iván Márquez. Al paso que marchan las tratativas cabe la posibilidad de que se cumplan los presupuestos del Ejecutivo en el sentido que se tendría un nuevo texto en este mes.
Ya son ocho días que ajusta la renegociación del acuerdo, la cual se intensificó desde el pasado sábado con el arribo a la capital cubana del Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo; el exministro de Justicia, Yesid Reyes, y el senador Roy Barreras, quienes llevaron el paquete de las más de 500 propuestas que hicieron los voceros del No, alcanzadas durante un mes de conversaciones tendientes a hacerles ajustes de fondo al acuerdo suscrito con las Farc tras el triunfo de esta tendencia en el plebiscito del pasado 2 de octubre.
En estos 8 días de trabajo los negociadores del Gobierno y las Farc han discutido las propuestas de ajuste del sector del No que fueron compiladas en 57 ejes temáticos, abordando y logrando avances, según dijo el presidente Santos, en desarrollo agrario; narcotráfico; enfoque de género; participación política; justicia, sostenibilidad fiscal y reincorporación.
Ayer, al inicio de una nueva jornada de trabajo en La Habana, continuó la discusión sobre el tema de reincorporación de los integrantes de las Farc a la vida civil, el cual también se trató el pasado miércoles.
El jefe del equipo negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, indicó que “tenemos avances importantes en el tema de género", es claro que no hay una ideología de género, dijo. Añadió que también se ha dejado por sentado que la reforma rural no afecta la propiedad privada.
En tanto que el senador Roy Barreras, quien oficia como plenipotenciario en la Mesa, dijo que “reanudando jornada. Cada minuto es importante para construir un nuevo acuerdo”. Añadió que “la mayoría de compatriotas que votaron No el 2 de octubre saben que volver a la guerra no es opción, pero querían nuevo acuerdo mejorado. Así será”.
Mientras que alias ‘Iván Márquez’ indicó que “en La Habana, delegaciones de Gobierno y Farc siguen enfocadas, trabajando sin descanso, en la redacción del nuevo acuerdo de paz”.
Política de desarrollo agrario rural
La principal preocupación en este punto de los voceros del No es que la reforma rural integral que prevé el acuerdo de La Habana ponga en peligro el principio del respeto a la propiedad privada, lo que niega el Gobierno.
En la discusión de este tema hay algunos avances, según explicó el presidente Santos el pasado miércoles. “En materia de desarrollo rural se precisó que los programas para los campesinos incluyan actividades como la agroindustria o el turismo para generar empleo y oportunidades en el posconflicto”, indicó.
Añadió que en cuanto a la política agraria se mantiene “vivo el compromiso con el campo a través de una política de recuperación de la familia campesina, que impulse el acceso equitativo a la tierra y que cree condiciones de vida digna”.
De igual forma, la reforma rural prevé el enfoque de género con el fin de que la mujer tenga acceso preferencial en materia de restitución de tierra así como a programas de fomento y desarrollo del campo.
No obstante algunos sectores del No, como el que encabeza el exprocurador Alejandro Ordóñez, han alertado que el acuerdo de La Habana busca impulsar la ideología de género en la familia y en general en la sociedad colombiana.
Al respecto el presidente Santos dijo el pasado miércoles que el enfoque de género no es ideología de género. “Lo que se busca es reconocer el mayor impacto del conflicto sobre la mujer, sus derechos como víctima y su papel para la reconciliación. Eso quedó expresamente incluido”.
Aseguró también que “las discusiones sobre el matrimonio no hacen ni harán parte del Acuerdo”.
Solución al problema de drogas ilícitas
Los voceros del No consideran que el acuerdo no es claro en el compromiso de las Farc en participar efectivamente en la erradicación de cultivos ilícitos ni si va entregar información sobre rutas del narcotráfico.
En este aspecto el Jefe del Estado recordó que en el acuerdo suscrito el pasado 26 de septiembre en Cartagena, “las Farc se comprometieron a romper todo vínculo con él y a cooperar en la superación de ese fenómeno. Ahora, en el nuevo acuerdo se ha logrado concretar esa cooperación para que sea más clara y eficaz”.
Añadió que “para atacar de manera más efectiva el problema del consumo de drogas se robustece el papel de la familia y de los grupos religiosos en la política de prevención y atención a los consumidores”.
Participación política
Fue uno de los puntos más difíciles en las conversaciones que el Gobierno sostuvo durante cerca de un mes con los voceros del No, quienes exigían suprimir del acuerdo que los integrantes de las Farc involucrados en delitos de lesa humanidad pudieran participar en política.
No obstante la propuesta que fue llevada a La Habana flexibiliza esta posición, en el sentido que los responsables de graves delitos puedan participar en política, pero eso sí después de que paguen una sanción por sus crímenes.
En tanto que los voceros del No coinciden con lo establecido en el acuerdo en cuanto a que los integrantes de las Farc que no estén involucrados en delitos graves puedan hacer política sin restricción alguna.
En este punto de la agenda el presidente Santos reveló que se ha propuesto que en la misión electoral que propondrá elementos para la construcción del estatuto de la oposición y de reforma electoral “debe incluir a todos los partidos. Su participación es clave para fortalecer la democracia y la transparencia electoral”.