Reliquia de San Juan Pablo II en Colombia | El Nuevo Siglo
Miércoles, 3 de Junio de 2015

Miles de fieles, entre ellos numerosas víctimas del conflicto armado que vive Colombia, honraron una reliquia de sangre de San Juan Pablo II, en el marco de los preparativos para una futura visita, aún sin fecha, del papa Francisco.

Entre aplausos y cánticos, unas 10.000 personas se congregaron para venerar un libro que contenía una gota de sangre del sumo pontífice polaco Karol Wojtyla, fallecido en 2005 y canonizado en 2014, en una ceremonia presidida por el cardenal colombiano Ruben Salazar en Marinilla, a unos 50 km de Medellín, constató un enviado de la AFP.

La reliquia, de visita en Colombia por segunda vez en tres años, fue trasladada luego a una parroquia en construcción en ese municipio, que llevará el nombre de Juan Pablo II, antes de ser transportada el jueves a la capital Bogotá.

El objetivo de la ceremonia, enmarcada en los preparativos de la anunciada visita a Colombia del papa Francisco, es "traer un mensaje de paz, y particularmente de aliento a las personas que en el país han sido víctimas de todo tipo de violencia", indicó la Conferencia Episcopal de Colombia en un comunicado.

Al menos 220.000 muertos y más de seis millones de desplazados ha dejado oficialmente el conflicto armado colombiano, el más antiguo de América Latina y en el que han participado guerrillas, paramilitares y agentes del Estado.

Conversaciones de paz entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas), principal grupo rebelde activo en el país, buscan desde noviembre de 2012 en Cuba poner fin a la conflagración interna.

En apoyo a la reconciliación en Colombia, el Vaticano anunció este año año que el papa Francisco, que en julio realizará una gira por Ecuador, Bolivia y Paraguay, visitará Colombia "durante uno de sus viajes a América Latina para llevarles personalmente el mensaje de paz de Cristo, el Señor".

Según el cardenal Salazar, citado en el comunicado, "no hay fecha marcada aún para la visita del Santo Padre al país" y "eventos como el próximo Año de la Misericordia, con sus múltiples actividades, tal vez la posterguen hasta el 2017".

Marinilla, un municipio de unos 50.000 habitantes enclavado en las verdes montañas de Antioquia, uno de los departamentos más golpeados por el conflicto, fue elegida además porque allí vivió la Madre Laura Montoya, la única santa colombiana, elevada a los altares en 2013/AFP.