Se observa en los medios regionales del Conservatismo cierta inclinación mayoritaria a votar, para la Presidencia nacional, por el atlanticense Efraín Cepeda y a situar en la Vicepresidencia al vallecaucano Wbeimar Delgado. Está anunciado para los días finales del presente mes el relevo de cabezas en el Directorio Nacional Conservador. Ha debido suceder esta semana. Pero fue aplazado ante el hecho de que habían salido del país el presidente José Darío Salazar y el vicepresidente Lucas Cañas. Ambos partieron rumbo a China invitados por el Comité Nacional del Partido Comunista. Ha sido usual en los últimos 16 años que la dirigencia central de la única colectividad política existente en China propicie el conocimiento de su país por líderes de la centroderecha colombiana.

 

Abandono riesgoso

A sabiendas de que para las Farc son “objetivo militar”, el Gobierno nacional ha mantenido actitudes por lo menos incomprensibles respecto al ex soldado John Frank Pinchao y el abogado Gustavo Alfonso Muñoz, defensor de militares. Pinchao adquirió nombradía cuando, exponiendo la vida, se fugó de la prisión selvática donde permanecía secuestrado por decisión de las Farc. Muñoz se especializó en defender víctimas de la guerra jurídica que el movimiento guerrillero suele hacer. Pinchao fue despojado de la escolta militar que, desde su ingreso a la vida normal, solía acompañarlo. Muñoz gozaba de beneficio similar. Pero un día amanecieron sin protección estatal. Aparentemente les ha sido devuelta.

 

Pisadas en falso

Gustavo Petro, alcalde electo de Bogotá, enmendó sus dos primeras “pisadas en falso” apenas las conoció. Incluyó en las “comisiones de empalme” a Vladimir Fernández Andrade y al empresario Alejandro Botero, ciudadanos intachables expuestos a descalificaciones, en razón de sus actividades.