EL NUEVO SIGLO: ¿Qué percepción tiene sobre la propuesta de la Misión Especial Electoral de eliminar la Registraduría?

CARLOS ARIEL SÁNCHEZ: Considerando que se ha dicho que es un informe preliminar, lo que uno puede advertir es que están concibiendo la organización electoral como lo era antes de 1948, es decir hace 70 años, lo que piensan hacer como una novedad. Fue algo que tuvo que desaparecer, porque generó demasiados problemas por su politización y concentrar lo que es hoy la Registraduría y el Consejo Nacional Electoral. Además el Consejo no solamente se dedica a los escrutinios de nivel nacional, sino tiene a su cargo la inspección y vigilancia de los partidos, la inspección y vigilancia de las campañas, la administración de lo que tiene que ver con las investigaciones a la publicidad, a los topes y fuera de eso, que ese mismo órgano haga elecciones usted lo que simplemente está haciendo  es que un solo cuerpo identifique a los ciudadanos, organice el censo electoral, haga las elecciones, escrute, investigue partidos, sancione partidos, es decir un solo juez que participa en todo.

ENS: ¿Se estaría perdiendo el sistema de pesos y contrapesos?

CAS:  En este caso el órgano electoral, diría uno, que pierde actualmente lo que hay ahora que es un sistema de pesos y contrapesos, porque hay un ejecutivo que hace las labores administrativas y operativas de las elecciones que es el Registrador y una corporación que además de eso puede ejercer instrucción y vigilancia sobre la Registraduría, maneja lo que tiene que ver con muchos elementos de la democracia moderna más allá de los escrutinios, como las campañas, la publicidad, los partidos, mejor dicho, es muy riesgoso que un solo órgano con cinco personas haga todo el proceso. No puede hacer las elecciones, identifique a la ciudadanía, organice las elecciones, dé resultados preliminares, haga el escrutinio, sancione partidos, reparta y distribuya el dinero de los anticipos, es decir, es un riesgo muy grande para la democracia.

ENS: ¿Cuáles cambios se podrían dar?

CAS: La Registraduría tiene un problema que es precisamente, y eso se recomendó, es que hay que dejarla estrictamente en lo que es la identificación y sobre la base de esa identificación hacer el censo y organizar las elecciones y ahí tiene que hacer un corte. Después de que ejercite esas tres funciones, no debe participar en nada del escrutinio, debe entregar unos resultados preliminares obviamente, pero de allí para delante ni siquiera los registradores pueden ser secretarios, ni auxiliares, nada que tenga que ver con los escrutinios, porque eso es un semillero de problemas, porque es como si se hiciera con la propuesta actual, que el mismo órgano además de dar resultados hace el escrutinio, eso no tiene sentido.

ENS: ¿Y la propuesta de cambiar las funciones del Consejo de Estado?

CAS: Precisamente, cuando se creó la jurisdicción contencioso-administrativa, en los primeros 20 años del siglo pasado, se hizo para controlar la administración, porque en esa época solo existía el legislativo, ejecutivo y judicial. Cuando terminó la hegemonía conservadora en 1930, lo primero que se hizo fue reforzar que el control de los resultados de los escrutinios y el control de las nulidades electorales estuviera a cargo de la rama judicial, eso es algo que hace parte de 70 años de historia, esa es una tradición que no se debe perder.