Después que el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, invitó al alcalde Mayor de Bogotá, Enrique Peñalosa a trabajar como ‘hermanitos’ por el bien de la región y agradeció que haya reflexionado al apoyar el tren de cercanías, el mandatario capitalino condicionó el proyecto del Regiotram a que no se bloqueen vías y que los subsidios no estén a cargo del erario de la ciudad.
Al tiempo que el proyecto del Plan de Desarrollo de Cundinamarca contempla construir trenes ligeros desde Bogotá a los municipios de Facatativá, Zipaquirá y Soacha, el mandatario capitalino aclaró: "señalamos como requisitos mínimos que Regiotram no vaya a bloquear las vías de Bogotá sino que se hagan pasos a desnivel y que no vaya a requerir un subsidio operacional de parte de Transmilenio", dijo Peñalosa.
El proyecto, además que se encuentra en su etapa para iniciar las obras mediante una Asociación Público-Privada (APP), tiene el respaldo del Gobierno nacional y el vicepresidente de la República, Germán Vargas Lleras, explicó que Bogotá no tendrá que poner un peso para el tren de cercanías.
Mientras el Regiotram Facatativá pretende movilizar a más de 160.000 personas al día entre Bogotá y el municipio, el gobernador Rey destacó la labor que hace el primer anillo de alcaldes de la sabana para ampliar los centros urbanos con el proyecto denominado “Región de Vida”, una apuesta para planear el crecimiento de Bogotá y Cundinamarca en los próximos 30 años.
“Le apostamos a ese crecimiento pero a nuestra manera, y los alcaldes de Soacha, Mosquera, Funza, Cota, Madrid, Cajicá y Chía han dicho sí de manera unificada y no cada uno por su lado. Bogotá es la capital, no sólo de Colombia, sino del departamento y confío en que se porte como tal, pero no ha sido fácil porque en Cundinamarca se tuvo que defender la posibilidad de instalar peajes a las entradas de la ciudad. Le envió un mensaje al alcalde Enrique Peñalosa, a quién le dijo que hay 10 millones de personas pendientes de nuestras actitudes y acciones y no podemos perder un solo día sin que nos hablemos y definamos de una vez cuál va a ser la agenda de Bogotá y Cundinamarca”, concluyó el Gobernador.
Frente al proyecto que planteó en campaña y las primeras semanas Peñalosa en torno a poner peajes para ingresar a Bogotá por la calle 13, la autopista norte y la autopista sur, la nación encontró esquemas diferentes para financiar el mantenimiento de vías de la capital, es decir, quedan descartados los peajes al ingreso de esos corredores viales.
La gobernación advirtió que va a defender el sistema de trenes ligeros como una realidad en la movilidad e integración con Bogotá porque eso le hace bien al país. Permitiría transportar entre 160 mil y 240 mil personas al día hacia la capital, que tendría por lo tanto 12 estaciones y en Cundinamarca 6.
Los recursos provendrían de la nación y el departamento que desde 2014 destinó cerca de 500 mil millones de pesos en vigencias futuras del departamento, y la nación ya se comprometió con el tren ligero de Facatativá.
Sobre la fase 2 y 3 de Transmilenio hasta el momento irá hasta Soacha por corredores viales como la avenida Ciudad de Cali.
En estos primeros meses de nuevas administraciones no ha habido sólo confrontaciones, se avanzó en proyectos como la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO), Cundinamarca apoyará a Bogotá para que se entregue la avenida de Canoas a la calle 13.
Así mismo, la ampliación de la autopista norte que se estará firmando en una primera fase que pertenece al departamento y la nación en menos de un mes, mientras que Bogotá estructurará la parte que le pertenece, desde la calle 285 hasta el interior vial que el Alcalde priorice.