La falta de contundencia continúa afectando a Millonarios que ayer, de no ser por un error en el último minuto del portero se devuelve de Tunja con las manos vacías, a pesar de haber jugado bien.
Los azules impusieron las condiciones de juego en el primer tiempo, hasta cerca del minuto 35 tuvieron el control del balón, generaron peligro sobre el arco de Bonilla, pero no definieron.
Además, logró cortar el juego del rival, le impidió generar riesgo sobre el arco defendido por Ramos, a no ser por errores en la salida, esta vez por cuenta de Ochoa, que no pasa por un buen momento y de Ithurralde, que definitivamente, no encaja en la defensa y, que como ocurrió sobre el final, el técnico Richard Páez debería darle el puesto a Henríquez.
El primer tiempo fue de amplio dominio de Millonarios, el local tuvo esporádicas apariciones sin riesgo sobre el arco rival, aunque sobre los últimos diez minutos tuvo mayor control del balón.

Para la segunda mitad las cosas cambiaron y el local se fue encima al visitante, le generó riesgo y como cosa rara, Ithurralde cometió un costoso error que fue capitalizado por José Correa, quien decretó el 1-0.
El empate para el equipo capitalino llegó sobre los 90 minutos de juego, en la cabeza de Humberto Osorio Botello, que aprovechó un error de Cristian Bonilla, que no atinó a controlar un pelotazo de Mosquera.
Con esa anotación Osorio Botello, quien tuvo otras ocasiones de marcar y no lo hizo, comparte la primera posición en la tabla de goleadores junto a Dorlan Pabón de Nacional, con 6 tantos.
El partido fue luchado, mostró a un Millonarios más ordenado, con Martínez como lateral izquierdo y Mosquera como volante por izquierda y un Candelo metido de lleno en el partido y surtiendo de balones a Cosme, quien fue incisivo pero no letal.
Los dos volantes de marca cumplieron su labor, al punto que evitaron que Móvil generara juego ofensivo y que los atacantes ajedrezados hicieron trabajar a Ramos.

Pero como cosa rara, nuevamente el supuesto refuerzo Ithurralde volvió a fallar y facilitó a Correa marcar, solo que esta vez el técnico Páez se la cobró y lo excluyó del juego para dar paso a Henríquez, quien desde hace varios partidos debería estar en la titular.
El error de Ithurralde bien pudo costarle la derrota a los azules y por consiguiente, la salida al técnico Páez, solo que Bonilla lo salvó, como diría el Chavo del Ocho, sin querer queriendo, porque es normal que un arquero y sobre todo si está en formación, cometa este tipo de errores.
Boyacá Chicó, que en anteriores partidos había sido un equipo lanzado al ataque, esta vez no tuvo argumentos para hacerlo, sobre todo en los primero 35 minutos y luego de la anotación de Correa.