Rusia reforzó sus tropas desplegadas en la frontera con Ucrania de 12.000 a 20.000 efectivos a mediados de julio, indicó el miércoles la OTAN, que denunció una "situación peligrosa" y mostró su preocupación por una posible intervención rusa.
La portavoz de la OTAN, Oana Lengescu, dijo que los recientes movimientos rusos, tras el endurecimiento de las sanciones económicas de Estados Unidos y la Unión Europeas del mes pasado, disparan la tensión y socavan los esfuerzos por lograr una resolución diplomática al conflicto en Ucrania.
"Rusia dispone de unos 20.000 efectivos listos para el combate (en la frontera). Esta situación es peligrosa", dijo Lungescu.
"Compartimos la preocupación de que Rusia pueda recurrir a la excusa de una misión humanitaria o de mantenimiento de la paz para mandar tropas al este de Ucrania", señaló, y acusó a Moscú de seguir apoyando a los separatistas prorrusos y de permitir el paso de armas por la frontera.
"Todo deterioro de la situación humanitaria en las zonas controladas por los separatistas (...) se debe a la persistente desestabilización rusa de Ucrania", dijo.
Lungescu reiteró que Rusia tiene que abandonar este respaldo y retirar "todas sus fuerzas militares de la frontera".
Tras la anexión hace unos meses de Crimea por parte de Rusia, la OTAN señaló que las tropas rusas desplegadas en la fronteras alcanzaban los 40.000 militares, pero la cifra cayó en menos de 1.000 en junio, cuando Moscú parecía dispuesta a explorar la vía diplomática para resolver la crisis.
Desde entonces ha vuelto a aumentar sus efectivos en la frontera y la semana pasada, la OTAn señaló que Moscú tenía desplegados a "más de 12.000" militares.
El gobierno ucraniano ha avanzado de forma significativa en las últimas semanas en su lucha contra los separatistas prorrusos en el este y tiene ahora a Donestk, bastión de los insurgentes, en el punto de mira.
Unas 285.000 personas han huido de sus casas debido a los combates, según la ONU. Occidente y Rusia se acusan mutuamente de haber provocado el éxodo.
El embajador ruso ante la ONU, Vitali Churkin, dijo el martes que la situación en el este de Ucrania era "desastrosa" y llamó a la comunidad internacional a "tomar medidas de urgencia para mejorar la situación humanitaria" en la zona.
"Cuando nos referimos a la situación humanitaria, no podemos perder de vista uno de los hechos subyacentes: Rusia puede poner fin a todo esto", respondió la embajadora adjunta estadounidense, Rosemary DiCarlo.
"La forma más segura de acabar con la violencia es que Rusia ponga fin a la llegada de combatientes, armas y dinero de Rusia al este de Ucrania", dijo.