Reforma judicial sería 'punto final' a silla vacía | El Nuevo Siglo
Miércoles, 28 de Marzo de 2012

La reforma a la justicia es una ley de “punto final” para el castigo de la silla vacía, advirtió Alejandra Barrios, directora de la Misión de Observación Electoral (MOE).
Barrios le dijo a EL NUEVO SIGLO que los procesos que se conocían como farcpolítica y parapolítica quedarían en el pasado por medio de un artículo.
“Hoy tenemos dos congresistas”, manifestó, “que tienen las sillas vacías. Los dos” podrían ser “condenados por tener relaciones con grupos ilegales. Y si se aprueba como está” la reforma a la justicia “inmediatamente las curules serían llenadas con los reemplazos”. Según la analista política, lo que se está haciendo es retroceder a la legislación de los años 2007 y 2008.
Una vez realizó estas aseveraciones al interior de la Comisión Primera del Senado, durante una audacia citada para escuchar conceptos sobre la reforma a la justicia, el ministro Juan Carlos Esguerra aclaró que no es ninguna ley de punto final.  
El funcionario explicó que la silla vacía queda reducida a una serie de casos puntuales: “Se precisa mucho más el concepto de la silla vacía en la reforma a la justicia y se resuelven una serie de inquietudes que había entorno a ese tema”, manifestó Esguerra.
El congresista del Partido de Unidad Nacional (La U), Manuel Enríquez, dijo que le sorprendía la noticia y que no conocía, dicho artículo mencionado por Barrios; pero manifestó que se debe tener mucho cuidado con esa denuncia y se debe estudiar detenidamente.
No obstante, Enríquez consideró que se avanza en muchos puntos, aunque admitió que no es la “gran reforma” que al país le gustaría tener; recordó que ha sido complicado sacarla adelante e incluso manifestó que el anterior Gobierno ya había presentado una reforma y la tuvo que retirar por falta de acuerdos.
El senador conservador Hernán Andrade contradijo a Barrios y subrayó que las aseveraciones no son ciertas y que, por el contrario, “lo que venía aprobado era extender la silla vacía a toda clase de delitos”.
Andrade consideró que los detractores a la reforma y los enemigos de los senadores lo que quieren hacer es tumbarla a como dé lugar la iniciativa.
El congresista del Polo Democrático Alternativo, Luis Carlos Avellaneda, recordó que el artículo 134 donde se planteaba la silla vacía, fue eliminado en la Cámara.
Para Avellaneda, eso se traduce en impunidad, en lo que tiene que ver con violación de Derechos Humanos; según el congresista, lo que están haciendo lo integrantes de los partidos de Unidad Nacional, es negar ese hecho para lograr que introduzca un nuevo inciso, de tal manera que “las curules las podrían ocupar personas que no deberían estar en el Congreso”.
El liberal Camilo Sánchez anotó que eso no es verdad y lo que pasa es que no se está interpretando bien la norma. Según el legislador, los partidos que se equivoquen tienen que pagar las consecuencias y concluyó que lo que se debe hacer es defender la política bien hecha y la democracia.
El representante Miguel Gómez, de La U, coincidió con Sánchez, al sostener que lo que hace la reforma es mejorar el tema de la silla vacía y anotó que lo que se da es un avance importante en la medida que extiende esa figura para evitar que quienes hayan abusado de la ley, puedan ejercer funciones políticas.

 


Gómez expresó que cree que lo más preocupante es que la reforma no satisface a nadie.
Por el contrario, el representante Germán Navas, del Polo, argumento que si se mira el contexto se desaparece la silla vacía como tal, porque, explicó, el legislador pierde la curul pero el partido no.
El ambiente que se percibe hoy frente a la reforma a la justicia y que lo han solicitado varias colectividades, es que el Gobierno revise la reforma justicia, porque tiene muchos contradictores.