Miles de personas formaron este domingo cadenas humanas en varias ciudades del País Vasco, en el norte de España, para reclamar un referéndum sobre la independencia de la región.
Los manifestantes desfilaron por las calles de Vitoria (capital de la región), Bilbao, San Sebastián y Pamplona, en la vecina comunidad autónoma de Navarra, donde viven muchos vascohablantes.
Muchos caminaban envueltos en la bandera roja, verde y blanca del País Vasco.
La protesta, organizada por la plataforma independentista Gure Esku Dago (Está en nuestras manos), recibió el apoyo de partidos separatistas y de decenas de artistas y deportistas locales.
El mismo movimiento independentista había organizado en junio de 2014 una cadena humana de 123 kilómetros que partía desde Durango (norte) hasta Pamplona.
"Cada vez más personas creemos que el derecho a decidir es algo que nos compete a todos y que tenemos derecho a decidir nuestro proprio futuro", declaró Pello Urizar, el líder de la coalición independentista de izquierdas Bildu, en San Sebastián.
En Bilbao, la manifestación siguió el río Nervión y pasó delante del conocido Museo Guggenheim, mientras que en Pamplona una cadena humana unió las cinco principales plazas de la ciudad.
El País Vasco, que tiene una cultura y un idioma propios, ha intentado tradicionalmente conseguir una mayor autonomía respecto a España.
Un movimiento independentista pacífico ha crecido en los últimos meses en la región, inspirado en parte por las multitudinarias manifestaciones en Cataluña, una comunidad autónoma del nordeste de España que celebró, en noviembre de 2014, una consulta sin valor legal sobre su independencia.
La organización armada independentista vasca ETA, considerada responsable de al menos 829 muertes en 40 años, anunció el 20 de octubre de 2011 que renunciaba definitivamente a la lucha armada, pero no entregó sus armas y rechaza una disolución sin condiciones como reclaman París y Madrid.