Una reestructuración del espacio aéreo de Bogotá emprendió la Aeronáutica Civil, con el objetivo principal de maximizar la eficiencia operacional en puntos de separación como lo es el VOR Soacha, (radioayuda instalada para organizar esperas sobre su mismo radio, para aeronaves que entran o salen por ese sector del sur de la capital), en un espacio aéreo congestionado como lo es el TMA Bogotá.
Los cambios consisten en modificar los actuales espacios aéreos de las terminales Norte y Sur, dividiendo estos sectores en terminal Sur salidas y terminal Sur llegadas, así como terminal Norte salidas y terminal Norte llegadas. Posterior a estas divisiones implementarán terminal central Norte y terminal central Sur.
Dentro de cada sector de control modificarán las rutas de vuelo existentes, con objeto de mantener un flujo de aeronaves recomendable bajo el concepto de seguridad operacional.
Esta reestructuración se prolongará hasta finales de 2012 y aunque afectará las estructuras del espacio aéreo actual, busca administrar eficientemente los flujos de aeronaves que ingresan y salen del Aeropuerto Internacional El Dorado y aeropuertos aledaños, beneficio que se verá representado directamente sobre los usuarios del transporte aéreo, y aumentar la seguridad operacional y la eficiencia del espacio aéreo optimizando los perfiles de vuelo, permitiendo así que las aeronaves que despegan del Aeropuerto El Dorado alcancen sus niveles óptimos de crucero con un mínimo de restricciones.
Asimismo, contribuir con el ambiente mediante la reducción de las emisiones de dióxido de carbono y de ruido.
La necesidad de reestructurar el espacio aéreo, que está a cargo de un grupo de expertos en el tema, está fundamentada en el suministro de las estadísticas del Grupo de Aseguramiento de Calidad y los reportes del ATC que indican el aumento de las operaciones aéreas en un espacio aéreo reducido como lo es Bogotá.