La reforma constitucional que planteó el presidente Santos en los últimos días para unificar los periodos de los gobiernos nacional, departamentales y municipales debe garantizar que se restablezcan los pesos y contrapesos que desajustó la reelección. En consecuencia, no deberían coincidir los periodos de las cabezas de los órganos de control y de integrantes de entidades como el Emisor con el previsto para el Jefe de Estado.
En ello coinciden varios expertos consultados por EL NUEVO SIGLO, que se expresaron sobre esta iniciativa del presidente Santos, quien al día siguiente de su triunfo en el balotaje sobre Óscar Iván Zuluaga, dijo en una rueda de prensa ante medios nacionales e internacionales que “vamos a presentar una serie de reformas, dentro de las cuales está la eliminación de la reelección y la ampliación del periodo presidencial. Y todavía no hemos decidido, lo vamos a decidir con el Congreso si sería 5 o 6 años”.
En tanto que pocos días antes de la segunda vuelta había dicho que también es necesario suprimir la vicepresidencia y volver a la figura del designado.
Mientras que en febrero pasado, en el marco de un pleno de alcaldes de todo el país que se realizaba en Bogotá, el presidente Santos revivió una propuesta que hizo el año pasado, que en esa oportunidad recibió más críticas que aplausos. "Podría ser un buen momento para que los actuales alcaldes que terminan su periodo en el 2015 se les prolongue dos años más y coincida con la finalización del periodo presidencial del 2018", explicó.
El mandatario dijo en esa oportunidad que fue un error establecer en tiempos diferentes los periodos del Gobierno nacional respecto al regional. “Lo sufrí como ministro de Hacienda y como presidente, por eso hay que homologar los periodos de ambos”, aunque aclaró que sería necesario hacer una mesa de concertación para decidir “si permitimos la reelección de los actuales alcaldes y gobernadores por dos años o por el contrario ampliamos sus periodos. No sé constitucionalmente cuál alternativa puede ser”.
Santos dijo en esa ocasión que el hecho de que coincidan los periodos del Presidente de la República con los de gobernadores y alcaldes permitiría un trabajo más armónico y articulado entre estos niveles de gobierno. "Por lo que ustedes deben presionar para que esa reforma sea posible, la evidencia es clara que fue un error diseñar los periodos de forma diferente ya que las leyes de garantías frenan las posibilidades de actuar”, dijo en esa oportunidad.
Ya en 2013 el mandatario había planteado suprimir la reelección presidencial, ampliando el mandato a seis años así como el de los gobernadores, alcaldes, concejales y diputados, con el fin de unificar los respectivos periodos y así lograr una mayor articulación entre la administración nacional y las regionales.
En ese sentido el Jefe de Estado planteó el año anterior que su periodo se extendiera dos años más pero sin derecho a aspirar a la reelección, hasta el 31 de diciembre de 2015, cuando justo finaliza el mandato de los actuales alcaldes y gobernadores, con el fin de que a partir de 2016 unificaran sus periodos el Presidente de la República y los gobernantes regionales elegidos.
Ante la polémica que se presentó por su propuesta, el presidente Santos dijo en esa ocasión que el país no había entendido su iniciativa, por lo que prefirió cancelar el tema a la espera de un momento más oportuno. “Estoy convencido de la conveniencia de las tesis que sustentan esta posibilidad: no reelección con periodos más largos y coincidentes. Pensé, equivocadamente al parecer, que una iniciativa de esta naturaleza sería de buen recibo por todos, incluyendo la oposición, pues no implicaba la prórroga automática de mi mandato sino que, en cualquier caso, demandaría el concurso del pueblo colombiano a través de elecciones. Pero así no ha sido entendido por muchos”.
En ese sentido, no se descarta que en el proyecto de reforma constitucional que planea Santos presentar al entrante Congreso, eliminando la reelección presidencial y ampliando el periodo de la jefatura de Estado a 6 años, sea revivida la propuesta de unificar el periodo del Jefe de Estado con los gobernantes locales y que como consecuencia, también éstos sean elegidos por seis años.
Pesos y contrapesos
La propuesta de coincidencia entre el periodo presidencial y el de alcaldes y gobernadores “parece razonable”, señaló Roberto Junguito Bonnet, exministro de Hacienda y de Agricultura así como codirector de la Junta Directiva del Banco de la República de Colombia, entre 1991 y 1999.
Sin embargo consideró que “los órganos de control sí deben ser, digamos, periodos intermitentes, precisamente volver a algún tipo de esquema, de tal manera que el presidente de turno no tenga la capacidad de nombrar la mayoría de los miembros, por lo menos de la Junta Directiva del Banco de la República. Así fue que funcionó del año 91 al año 2006, y el esquema funcionó bastante bien. Eso les da la capacidad a los organismos de control de ser independientes. A mí me parece que periodos intercalados donde el presidente de turno no esté nombrando la mayoría de los directores de los organismos de control y de los directores de las juntas directivas es lo más apropiado”.
No es conveniente
El constituyente Jaime Castroconsideró que el debate no está en si se debería hacer coincidir o no los periodos de los jefes de los órganos de control con un periodo unificado del presidente y los gobernantes locales, sino las consecuencias negativas que esto último traería al país.
“Elegir el mismo día para un periodo igual a presidente, alcaldes y gobernadores, esa propuesta acaba con la descentralización, esa propuesta presidencializa la elección de alcaldes y gobernadores, esa propuesta nacionaliza los temas locales y regionales porque en ningún municipio de Colombia ni en ningún departamento se elegiría alcalde o gobernador pensando en los problemas propios de esos municipios o departamentos, sino pensando en la elección de Presidente de la República. Y la campaña presidencial con los recursos que moviliza termina ahogando la elección de alcaldes y gobernadores. Por eso fue que en la Constitución del 91 se dijo expresamente que no pueden coincidir elecciones nacionales con elecciones territoriales”, consideró.
Mayor periodo en órganos de control
Es conveniente ampliar a seis años el periodo del Presidente de la República, inclusive se debería pensar para el caso de los órganos de control, pero en ningún caso deberían coincidir. En tanto no es conveniente ampliar el periodo de alcaldes y gobernadores, señaló el excongresista y jurista Darío Martínez.
“Me gustaría que a nivel de órganos de control también se pensara en ampliar los periodos a seis años, eso es lo coherente, que se establezca un periodo de 6 años para el presidente, para el procurador, para el fiscal y para el contralor. Hay que aclarar que el fiscal no es órgano de control”. Aunque aclaró que los periodos de estos cargos no deben coincidir en su inicio con el del Presidente de la República para “no concentrar el poder”.
Añadió que hay un descuadre en la Constitución Política frente a los periodos. Por ejemplo dijo que es “sabido que el Procurador General de la Nación tiene un periodo de cuatro años con reelección indefinida, así quedó en la Constitución. El Fiscal tiene un periodo de cuatro años prohibida la reelección, y el Contralor General de la República tiene un periodo de cuatro años prohibida la reelección. Nadie ha podido entender por qué se les olvidó a los constituyentes del 91 dejar autorizada la reelección solamente para el Procurador. ¿Hubo un olvido involuntario, hubo una decisión deliberada?, no se ha podido escudriñar la razón de ser”.
Agregó que “la Constitución del 91 no fue afortunada en el manejo de los periodos ni de las reelecciones, cometió una serie de errores y creó unas lagunas que nunca se supo por qué lo hizo, y eso creó dificultades tremendas desde la vigencia de la Constitución, hasta el punto que hoy no se ha podido subsanar plenamente”.
De otra parte, el jurista dijo que de aumentarse el periodo presidencial a 6 años suprimiendo la reelección, se entendería que también sería suprimida la reelección de alcaldes y gobernadores, que hoy no es inmediata. “Se ha encontrado que se ha convertido en una especie de pandemia política en los departamentos y en los municipios, que vuelven, especialmente los alcaldes, a hacerse elegir. Imagínense con una autorización abierta, un alcalde por un periodo de 6 años, descansa 6 años y vuelve después de 6 años. Se vuelve antidemocrático”.
En ese sentido, Martínez dijo solo se podría pensar en aumentar los periodos de alcaldes y gobernadores pero sin que exista la reelección y haciendo expedito el mecanismo de la revocatoria del mandato de gobernantes regionales.
Desajuste
En materia de órganos de control la Constitución diseñó una estructura de pesos y contrapesos tratando de evitar que los jefes de estos organismos fueran de ‘bolsillo’ del gobernante de turno, haciendo de tal forma que sus periodos abarcaran dos gobiernos. Sin embargo, a partir de la reelección presidencial inmediata del año 2006 se presentó un desajuste en el que, por ejemplo, el procurador Edgardo Maya estuvo en el cargo durante casi los dos gobiernos de Álvaro Uribe. Situaciones semejantes se presentaron en las altas Cortes y el Banco de la República, donde cinco de sus integrantes son nombrados por el presidente de la República.
Una situación parecida se presentará con el presidente Santos, pues, por ejemplo, el fiscal Eduardo Montealegre estará buena parte de su periodo también en el segundo mandato presidencial. Algo semejante ocurrirá con:
. El defensor Jorge Armando Otálora estará en el cargo hasta 2016.
. El procurador Alejandro Ordóñez estará en el cargo hasta el año 2017.