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Que las madres cabeza de hogar pasen más tiempo con sus hijos y trabajen menos tiempo es el objetivo de un proyecto de ley que será discutido en su primer debate mañana en la Comisión Séptima del Senado.
El autor de la iniciativa, el senador Jimmy Chamorro, explicó que la idea es reducir la duración máxima de la jornada ordinaria de trabajo para las madres solteras a siete horas al día y 42 a la semana.
“La iniciativa busca reducir en una hora la jornada laboral habitual de las mujeres cabeza de familia, para lo cual se modifica el artículo 161 del Código Sustantivo del Trabajo, en aplicación y desarrollo de los derechos no sólo de quienes tienen la calidad de madres cabeza de familia, sino de los derechos de los niños y de las personas que requieren especial cuidado por sus particulares condiciones de salud”, dijo el congresista.
Según el parlamentario del partido de La U, se hizo una revisión del régimen laboral colombiano, concretamente en lo que tiene que ver con la jornada de trabajo, y éste “nos permitió apreciar que existen algunas excepciones en torno a su duración máxima: por las características de labores insalubres o peligrosas, por la edad del trabajador (adolescentes mayores de 15 años y menores de 18), y otras que varían en función de los acuerdos entre trabajadores y empleadores".
"Pero no se encuentra una disposición que permita aplicar una excepción a esta máxima jornada a favor de las mujeres cabeza de hogar, aun a pesar que ésta es una situación especial en la que debe hacerse prevalecer el interés de los niños y los derechos de las personas que se encuentren en incapacidad de valerse por sus propios medios por condiciones de vulnerabilidad”, afirmó.
Chamorro expuso que la Constitución establece que el Estado reconoce sin discriminación alguna la primacía de los derechos inalienables de la persona y ampara la familia como institución básica de la sociedad, por lo que la familia como institución “tiene un valor preponderante no sólo a partir del desarrollo histórico de nuestra sociedad, sino que constitucionalmente el Estado está presente para advertir que esta institución tiene un reconocimiento vital, pues es la base de la misma sociedad”.
¿Contraproducente?
Sin embargo aunque el Gobierno señala que esta iniciativa sería favorable para las madres cabeza de hogar, no desestima la posibilidad de que exista la discriminación hacia este grupo selecto.
El viceministro de Trabajo, Enrique Borda, dijo a EL NUEVO SIGLO que “Colombia tiene hoy la jornada laboral de las mujeres y la protección de la maternidad en los estándares básicos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Ese proyecto de ley sería favorable para algunas mujeres que son las que tienen que atender a sus hijos pero eso sí debe ser muy focalizado porque si se generaliza es muy posible que el efecto pueda ser contraproducente en términos de creación de empleo y estabilidad para las mujeres cabeza de hogar”.
Según el funcionario se ha venido trabajando de la mano con el Ministerio de las TIC para que el teletrabajo se masifique en el país, y sobre todo que las mujeres cabeza de hogar tengan la oportunidad de teletrabajar para tener una mejor calidad de vida y más tiempo para estar con sus hijos, “el teletrabajo es una figura que ya está regulada en Colombia y se ha venido promocionando y esto de una u otra forma podría beneficiar a las madres cabeza de hogar para que tengan más tiempo para estar con sus hijos”.
¿Y la productividad?
Por su parte el expresidente del consejo gremial, Rafael Mejía, dijo que “desde la parte empresarial, es lógico que se va a contratar a quien más rinda, entonces aunque la iniciativa sea buena, se podría presentar una discriminación hacia las madres cabeza de hogar. Esta es la realidad de un mundo competitivo donde están exigiendo en cada sector mayor productividad a los trabajadores. Uno de los problemas más complejos en Colombia cada vez que se establece el salario mínimo y se mide la productividad es negativa o muy poco positiva, este tipo de iniciativas no contribuye a mayor productividad ni mayor igualdad entre hombres y mujeres sino a mayor discriminación, en teoría no debería ser así pero en la práctica sí sucede”.
Mejía explicó que aunque en muchas ocasiones se ofrecen incentivos para que las empresas contraten a este tipo de personas, no siempre las compañías están prestas a esto, “aunque existen toda clase de incentivos no todas las empresas lo hacen, la fuerza laboral colombiana se basa en la competitividad y la productividad, entonces ahí entra a jugar cada empresario de acuerdo a la necesidad que tenga la compañía”.