Simulando ser estudiantes o personas de bien que buscan hacer amistades, las organizaciones criminales están utilizando las redes sociales para pescar víctimas para el tráfico ilegal de personas y la trata de personas.

“Los criminales simulan ser estudiantes y menores de edad para contactar a otros jóvenes de países vecinos para lograr sus objetivos y  sacarlos de su entorno familiar. También utilizan a menores de edad, hombres y mujeres, para que adelanten contactos a través de las redes sociales”, reveló un vocero de la Dijin e Interpol de la Policía.

Explicó que “gracias al trabajo binacional entre Colombia y Ecuador fue encontrada en la ciudad de Santo Domingo una jovencita de 17 años que a través de la red social de Facebook contactó a otra menor de Medellín para que abandonara a su familia” con el fin de convertirla en víctima de trata de blancas o personas.

Señaló que “gracias a las coordinaciones de Migración Colombia y las autoridades de Policía de Colombia y Ecuador, fue ubicada la menor que en extrañas circunstancias desapareció de su  hogar el pasado mes de enero, en la capital de Antioquia”.

Explicó que la familia empezó a buscar a la niña con las amigas del colegio donde adelanta sus estudios secundarios  en Medellín y tras rastrear su computador se conoció que había sido contactada a través de la red Facebook por otra menor ecuatoriana.

“La niña antioqueña escapó de su hogar y cruzó la frontera de manera ilegal por cuanto había sido invitada por su amiga a conocer supuestamente los sitios turísticos de Ecuador”, precisó el portavoz policial.

La mamá de la menor narró que gracias a la información de compañeras de estudio y de amigos estableció que su hija había viajado a Ecuador y que por esta razón inició una serie de contactos con las autoridades en Colombia y luego en Tulcán y en Quito con la Policía ecuatoriana.

“La ubicación de la menor ecuatoriana se logró mediante el rastreo de su teléfono celular que condujo a los investigadores hasta una vivienda de la ciudad de Santo Domingo”, dijo.

“En este lugar, en el sector conocido como Plan de Vivienda y Virgen del Cisne, se encontraban las menores de edad”, acotó la madre.

De otro lado, los investigadores de la Policía de Ecuador condujeron a la señora y a su hija menor hasta la frontera Colombo-Ecuatoriana  y fueron entregadas a Migración Colombia y al Grupo de Infancia y Adolescencia de la Policía, en Ipiales, Nariño.

Las autoridades en Ecuador trabajan en un esfuerzo para identificar a los cabecillas de esta red criminal.

Otro fenómeno descubierto por la Dijin es que ciudadanos provenientes de China, ingresan al país con visas laborales temporales y al cumplir su vigencia deciden radicarse en Colombia de manera ilegal en busca de mejorar su condición de vida.

Otros, deciden arriesgar su dinero y pagar a los traficantes ilegales de personas, para que los ayuden a llegar a Centroamérica, Estados Unidos y Canadá.

En cuanto a los ciudadanos africanos, revelan los investigadores, en su gran mayoría,  ingresan a Colombia a través de barcos por el puerto de la ciudad de Cartagena.

“En la capital de Bolívar son recibidos por las redes de traficantes que de inmediato los trasladan hasta el municipio de Santa Verónica, en el departamento de Atlántico, donde abordan lanchas rápidas hacia Haití, con destino final Estados Unidos”, acotó uno de los agentes de la Dijin e Interpol de la Policía.

 

País de tránsito

Colombia es vista hoy en el hemisferio no solo como un país de tránsito sino como una nación de destino para personas traficadas ilegalmente por el desarrollo vertiginoso que viene experimentando la economía nacional.

Este fenómeno preocupa al Gobierno nacional y a las autoridades por las implicaciones en materia de seguridad por cuanto algunas de estas personas en algunas ocasiones huyen de sus países para evadir la acción de la justicia por cuanto registran antecedentes penales.

Pero, dicen los investigadores de la Policía, otros ciudadanos ilegales en tránsito hacia los Estados Unidos y Canadá, son integrantes de organizaciones terroristas con el fin de crear alianzas criminales con las Farc, el Eln, el ala disidente del Epl y con las bandas emergentes al servicio del narcotráfico y otras organizaciones al margen de la ley.

Y explica la Policía que la “trata de personas” es distinta al “tráfico ilegal de personas”.

“Una red criminal que transporta a ciudadanos y les facilita su ingreso ilegal a un determinado país, cobra importantes cantidades de dinero, pero el ciudadano queda libre y debe tomar su propio rumbo. En muchos casos son esperados por familiares o amigos,

Y, “la trata de personas se inicia con falsas promesas de empleo con oportunidades de estudio en los Estados Unidos, en Europa e incluso en el Caribe. Pero, en desarrollo del proceso, aparece la posición dominante de las redes criminales y cuando llegan al país de destino, las mujeres, en su gran mayoría, son sometidas  a la explotación sexual y a exigentes trabajos con escasa remuneración, en otros casos”, explica el investigador.

Un vocero de la Dijin e Interpol, informó que “en Colombia, la Oficina de Migración registra que para el año 2012 fueron detectadas más de 500 personas víctimas del tráfico de migrantes provenientes de Cuba, China, Nepal, Líbano, India, Bangladesh, Haití, Ecuador y Gambia, entre otras naciones”.

El portavoz precisó que “estas personas pagan importantes sumas de dinero a las redes criminales que van desde los cinco mil, diez mil e incluso 15 mil dólares, para que se encarguen de su recepción en el país y su conducción hasta las fronteras con Panamá y Venezuela o algún puerto sobre el Pacífico o el Atlántico”.

En cuanto a la vía aérea, las redes criminales casi nunca la utilizan. “Por vía aérea casi que es imposible su salida, salvo cuando presentan  pasaportes originales que son robados o vendidos a los traficantes.

“Cuando los ilegales logran llegar sin ser sorprendidos por las autoridades colombianas al puerto de San Andrés de Tumaco, son embarcados por los traficantes  en pesqueros y otras embarcaciones para ser trasladados hasta Centro América, o por tierra hacia la República Bolivariana de Venezuela, utilizando la ruta – Ipiales, en Nariño; en Popayán, en el Cauca; en Cali, Valle del Cauca; Pereira, Risaralda; Manizales, en Caldas;  Honda, en el  Tolima;  Bucaramanga, en Santander y- finalmente Cúcuta, en Norte de Santander”, señaló el investigador.

Dijo que también se registra el fenómeno del tránsito de personas sin documentos legales de origen ecuatoriano hacia Colombia. El país recibe, especialmente, a mujeres y niñas ecuatorianas, en su mayoría indígenas y adultas para ser explotadas en trabajos de toda índole.

Y, las Farc, el Eln, las redes de narcotraficantes y las bandas emergentes al servicio del narcotráfico, Bacrim, también reclutan para engrosar sus filas”  a niños y niñas no solo colombianos sino ecuatorianos, tras prometerles un futuro mejor con trabajo, estudio y dinero.

Otros ciudadanos, también “captan” a menores y adultos de países vecinos, especialmente, indígenas no solo con fines de explotación laboral sino sexual, cuando hacen tránsito hacia el llamado “sueño americano”.

 

Caso de los cubanos

Un caso reciente de tráfico ilegal de personas se registró con seis cubanos que fueron sorprendidos por la Policía en Popayán cuando  hacían tránsito, al parecer, en busca de un puerto en el Pacífico para continuar con su viaje ilegal hacia los Estados Unidos.

El comandante de la Policía en el Cauca, coronel Iván Pérez, reveló que ninguno de los seis extranjeros registraba en su pasaporte cubano el sello de ingreso al país a pesar que insistieron en que hacían un recorrido de turismo por Ecuador y Colombia.

Edualdo Roldán, uno de los seis cubanos, tras obtener un salvoconducto del Gobierno nacional mientras el ejecutivo estudiaba si otorgaba o no una solicitud de asilo, afirmó que salió de la isla, en busca de un futuro mejor.

Los isleños permanecieron once días en el muelle internacional del aeropuerto Eldorado, tras solicitar asilo a Colombia.

“En Estados Unidos pagan bien y yo puedo ayudar a mi familia enviando un dinero, porque en Cuba, le digo, no hay futuro. En Miami o en Colombia, puedo ahorrar y ayudar a mi familia”, dijo Roldan.

Explicó que a pesar de las reformas del jefe de Estado, Raúl Castro, entre ellas el derecho a la información, a la telefonía móvil, a la libertad de movimiento y derecho a la propiedad, entre otras, el éxodo se incrementó, situación que aprovechan las redes de tráfico ilegal de personas y que en los últimos meses más de 250 mil cubanos salieron de la Isla, un 35 por ciento más que en el año 2012.

 

La ministra de Relaciones Exteriores, María Ángela Holguín, dijo que en los tres años que lleva como titular de esa cartera ha recibido 434 solicitudes de refugio, pero el 62 por ciento de esas solicitudes no se formalizan ni concluyen, pues cuando se cita a los interesados no aparecen por ninguna parte.

Por su parte,  Sergio Bueno, director de Migración Colombia, indicó que se adelantan varias investigaciones por presuntos hechos de e migración irregular.

Bueno explicó que desde el primero de enero del año pasado a la fecha, unos 1.300 extranjeros habrían sido víctimas de tráfico irregular de personas a través de Colombia. “estamos hablando de súbditos de Cuba, China, Bangladesh y Nepal, entre otras naciones”.

Y, finalmente, cuando el gobierno nacional negó el refugio no pudo noticiar la decisión  a los seis cubanos, pues no aparecieron por ninguna parte.

“Los cubanos no aparecen por ninguna parte y cuatro de ellos están en Miami”, informaron las autoridades.

 

Colombia: país de origen

Según los investigadores de la Policía, Colombia también es país de origen de tráfico ilegal de personas que con documentos falsos pretenden viajar hacia los Estados Unidos y Europa, especialmente, por la obtención irregular de visas norteamericanas y Shengen.

De acuerdo con los resultados operacionales y de Policía Judicial adelantados contra las redes de tráfico de personas, la mayoría de las víctimas  eran de origen colombiano, pues las organizaciones criminales buscan facilitar la salida irregular de los nacionales hacia los Estados Unidos y Europa.

“Este fenómeno permite vincular a Colombia como – país de origen – de las víctimas del tráfico ilícito de migrantes por ser un territorio donde las redes criminales están al asecho de aquellos ciudadanos que no pudieron obtener el visado legalmente tras una, dos, tres y hasta en cinco oportunidades”, dijo uno de los investigadores.

Los capturados, explican los investigadores, no solo son indiciados por el tráfico ilegal de personas sino por delitos de falsedad material e ideológica de documentos y de suplantación.

En cuanto a las víctimas nacionales de las organizaciones criminales que delinquen a nivel local, en su gran mayoría son oriundas de Cundinamarca, Meta, Valle del Cauca, Quindío y Risaralda.

Los investigadores señalaron que la adulteración de documentos, entre ellos las partidas de nacimiento, los registros civiles y la adulteración de los pasaportes israelíes y colombianos, son los métodos más utilizados por las redes criminales para el tráfico de extranjeros.

 

Los puestos de control

Según la Dijin de la Policía, a pesar de los más de 34 puestos de control migratorio, aéreos, marítimos, terrestres y fluviales que hacen parte de la Estructura de Control de la Unidad Administrativa Especial de Migración Colombia, existen un gran número de pasos fronterizos ilegales los cuales son utilizados por las redes dedicadas al tráfico de migrantes.

“La Policía suscribió el instructivo para articular funciones con la Oficina de Migración Colombia, tendientes a dar respuestas a las nuevas disposiciones del Estado, en materia de convivencia y seguridad ciudadana, especialmente en la ejecución operativa, logística y educativa que se requieran en aras de garantizar el control migratorio en el país”.

Señaló el investigador que las normas establecen una serie de actividades estratégicas que permitan el suministro reciproco de información sobre apreciaciones de seguridad; actividades operativas: planes de movilización a nivel país de recurso humano y logístico para hacer presencia institucional.