Por Catherine Nieto Morantes
PERIODISTA EL NUEVO SIGLO
CRÓNICA. Silencio, oración, reflexión y reconciliación, será el intenso proceso que los fieles católicos comenzarán a vivir a partir de hoy y hasta el próximo domingo durante la Semana Mayor. Aunque esta fecha Santa es aprovechada por algunas personas para viajar, ya sea con el fin de descansar, reencontrarse con su familia o presenciar la tradición religiosa en un lugar diferente, en Bogotá, las emblemáticas iglesias, sumado a las numerosas parroquias ubicadas dentro de las 20 localidades de la capital, se aprestan para acoger a los feligreses habituales y visitantes.
Mientras que multitud de gente corriendo de un lado a otro o haciendo largas filas con equipaje en su intento por salir de la ciudad, serán aun la congestión de las principales terminales aéreas y terrestres, otra peregrinación iniciará desde las 10:00 a .m., en la cita con la eucaristía que se realiza por los enfermos, el primer compromiso al que los devotos católicos acudirán antes de la visita tradicional a los 7 monumentos, la cual se cumple luego de las 4:00 p. m., de hoy y se extiende hasta mañana antes de mediodía.
La Misa vespertina que pactada para hoy a las 4:00 p. m., conmemora la última cena de Jesús, el lavatorio de los pies y la procesión del santísimo para dar paso a la adoración que representa los 7 recorridos que hizo Jesucristo desde el Cenáculo hasta el lugar del suplicio final, el Monte Calvario, donde murió crucificado.
EL NUEVO SIGLO indagó con el Padre Provincial de los Franciscanos en Colombia, P. Héctor Lugo, sobre cómo debe vivirse la Semana Santa: “En primer lugar creo que lo importante en lo que llamamos tradicionalmente Triduo Pascual, es decir, jueves, viernes, sábado, que incluye la vigilia pascual es que nosotros tengamos presente que se trata de la resurrección de Jesús, todo este tiempo de la cuaresma desde que comenzó el miércoles de ceniza hasta por supuesto ayer, es una preparación a esa gran realidad de Jesús vivo, presente, resucitado en medio de nosotros. ¿Y qué significa el hecho de que Jesús esté vivo?, precisamente es que cada uno de nosotros podamos decir el Señor está presente en el corazón, mente y actividades para las acciones del amor, de la bondad, del perdón y de la misericordia”.
Guía de Monumentos
Dentro de las históricas iglesias a visitar, el recorrido de los 7 monumentos podría iniciarse al suroriente de Bogotá en la calle 27 sur, en el Santuario del Divino Niño del 20 de Julio, con capacidad máxima para 10mil personas en la plazoleta y de 2mil en el templo.
Posteriormente, abordando Transmilenio hasta la estación de Las Aguas, a una distancia de 20 minutos aproximadamente, se puede llegar a Monserrate, en un viaje ascendente de 4 minutos por funicular o teleférico cuyo costo hoy y mañana será de $10mil ida y vuelta por persona.
La 3ª parada se puede realizar en el corazón de Bogotá, en la Catedral Primada (Cra 7 N° 10 – 40), ubicada junto a la Plaza de Bolívar, cuya existencia es de 454 años. Este sitio ofrece un espacio de encuentro con Dios y de reconciliación en medio de la vida agitada de la ciudad.
Tomando rumbo hacia el norte (cra 5ª N° 8-36.), el 4º lugar que podría visitar es la Iglesia Nuestra Señora del Carmen, que se caracteriza por sus franjas exteriores de color rojo y blanco, esta iglesia es una de las más emblemáticas de Bogotá, cuya construcción inició en 1.927, y el 30 de abril de 1.993 fue declarada monumento nacional.
A ocho cuadras hacia el norte, luego de pasar la Avenida Jiménez, con carrera séptima, se puede visitar el 5º monumento. La Iglesia San Francisco, construida entre 1550 y 1567, la cual tras atravesar sus arqueadas puertas verdes, muestra en su interior un diseño dorado, único en su altar.
Continuando hacia el norte por toda la 7ª hasta llegar a la calle 26, un templo en forma de claustro al estilo neocolonial sería el 6º sitio por visitar. La Iglesia de San Diego, que fue construida en el siglo XVII, famosa por recibir y celebrar la entrada triunfante de Simón Bolívar cuando venció en Boyacá.
Un poco más retirada (Av. 28 N° 39-27), y finalizando el recorrido, podría encontrar la Iglesia San Alfonso María de Ligorio, ubicada en el barrio La Soledad, que cuenta con la imagen del Señor de los Milagros, como también se le conoce y la cual estuvo hasta 1.957 en un templo del centro bogotano.
Según el Padre Lugo, “realmente lo más importante es la celebración de la eucaristía y la prolongación de esa visita a los monumentos, que no puede ser teñida como si fuera algo mágico, sino como una prolongación de la presencia del Señor en el corazón de los cristianos.
La invitación fundamental que hace el Padre, quien está colaborando en una parroquia de Bogotá, en celebraciones, confesiones y otros oficios requeridos en la iglesia, es a que “realmente no tomemos ese día solamente con el hecho de que hay que visitar tantas iglesias, que salir de una para otra a toda carrera, que hacer una oración en cada una de ellas para ganar cualquier cosa, para poder ganarse una lotería, o para poder tener éxito en el trabajo o en los estudios”.
Finalmente, la “respetuosa sugerencia”, de la iglesia católica para los devotos es que esa devoción sea tomada fundamentalmente para sentir la presencia del amor, de la paz, de la reconciliación, del encuentro y de la cercanía en cada uno de nosotros, “allí donde estemos, donde trabajemos o estudiemos, lo más importante es eso, reencontrarse con el señor y encontrarnos con los demás, fundamentalmente los invito a eso, que es el gran momento del encuentro, del reencuentro con su presente”. Concluyó, no sin antes estar atento para orar por cristianos y católicos.