En los pasillos del Congreso se advierte ya la urgencia de varios parlamentarios de la Unidad Nacional para que el Ministerio de Trabajo envíe rápidamente el proyecto que busca revivir el pago completo de horas extras y recargos dominicales, una promesa de campaña del presidenteSantos. El titular de la cartera laboral, Luis Eduardo Garzón, había dicho que la iniciativa sería radicada en este segundo tramo de la legislatura, previo consenso de los alcances de la iniciativa con empresarios, sindicatos y otros sectores. Según algunos congresistas santistas, en los recientes paros los líderes de las centrales obreras ya están denunciando un presunto ‘conejo’ por parte del Gobierno a los trabajadores y sobre esa premisa están preparando una nueva ola de protestas y huelgas para el segundo trimestre. Como se sabe, mientras los sindicatos piden que las extras nocturnas empiecen a pagarse a partir de las seis de la tarde y no de las 10 de la noche, como ocurre hoy, el Gobierno consideraría una solución intermedia: ocho de la noche.
Dilema uribista
Paradójicamente en el uribismo este proyecto ya tiene pensando a más de uno. De un lado, están quienes consideran que se debe insistir ante la opinión pública que el Gobierno les hizo ‘conejo’ a los trabajadores, y que debe sumarse este hecho a una larga lista de incumplimientos de las promesas de campaña. Otros parlamentarios del Centro Democrático creen que lo mejor es optar por la vía de que se trata de proyecto típicamente populista que lo único que busca es réditos electorales de cara a los comicios regionales y locales en octubre próximo. La primera opción tendría la ventaja de que caería bien entre los trabajadores pero mal a los empresarios, y la segunda tendría el efecto contrario. Vea pues.
Esperando, esperando…
La semana pasada un periodista de EL NUEVO SIGLO estuvo buscando insistentemente a la veedora distrital de Bogotá, Adriana Córdoba, para entrevistarla. Una fuente cercana a esa dependencia dijo que ella no sólo se encontraba fuera del país sino que prefería esperar a que el alcalde Gustavo Petro hiciera en los próximos días su rendición de cuentas para luego sí pronunciarse al respecto. Los candidatos y precandidatos a la Alcaldía también están a la espera de esa rendición de cuentas, pues consideran que faltando menos de ocho meses para los comicios, será el principal insumo para el arranque de sus respectivas campañas y las propuestas de cambio que piensan hacer a los bogotanos.
Oídos sordos
A varios decanos de facultades de Derecho no les gustó mucho que en medio de la crisis de la justicia hubiera salido a relucir que una de las causas de la debacle ética radicaba en que la formación de los abogados estaba siendo muy deficiente y de allí que fuera necesario reformar el Estatuto que rige a los profesionales de las leyes. Incluso, un alto funcionario de una de las principales facultades de Derecho de la capital del país replicó que fueron las propias facultades las que sugirieron años atrás la reforma del Estatuto, por considerar que algunas de sus mandatos son anacrónicos e insulsos, pero que no les hicieron caso.