En medio de las cábalas en torno de cuál podría ser la fórmula vicepresidencial del presidente Santos en su intento por ganar un segundo período en la Casa de Nariño, las hipótesis están a la orden del día. Sin embargo, hay unas que llaman la atención, ya sea porque podrían implicar un golpe político y electoral muy significativo, o porque son muy arriesgadas y no responden a la lógica de la campaña ni del escenario proselitista en que está imbuido el país, a escasos seis meses de la cita en las urnas.

¿Un afrodescendiente?

Una de las hipótesis que se escuchó la semana pasada en un animado cóctel en donde estaban varios dirigentes santistas de primer nivel, se refiere a la posibilidad de que la fórmula vicepresidencial de Santos fuera un dirigente regional que debería tener como principal característica que fuera afrodescendiente. Según los defensores de esta opción, es claro que el componente de raza es clave a la hora de las urnas, como quedó evidenciado con el caso de Barack Obama en su primera elección en Estados Unidos.

¿Una víctima?

Pero las hipótesis ingeniosas no acaban ahí. Por ejemplo, se dice que entre varios integrantes del sanedrín santista hay quienes consideran que el segundo de a bordo tiene que ser alguien que represente el paso adelante en el proceso de paz. En ese marco, la opción sería para una persona que simbolizara en nivel nacional el papel de las víctimas del conflicto, pues daría el mensaje que, por encima de cuál sea la flexibilidad política y judicial que se les dé a las Farc a cambio de dejar las armas, la prioridad del Gobierno seguirá siendo el proceso de verdad, justicia y reparación para los miles de afectados por la guerra.

¿Un o una paisa?

Ya la semana pasada se había indicado en esta Sección que otra de las fórmulas que se estudiaba era la eventualidad de buscar una o un dirigente antioqueño para que hiciera llave con el presidente-candidato Santos. La base de la maniobra es que con una escogencia así se matarían dos pájaros con un solo tiro: de un lado se mantendría el componente regional en la fórmula reeleccionista (ante el perfil muy cachaco de Santos) y, de otra parte, se trataría de debilitar al uribismo en su propio fortín paisa.

Mujer pero de provincia

Y hay más especulaciones. Por ejemplo, hay quienes consideran en círculos afectos a la causa reeleccionista que la clave está en escoger una mujer que provenga de la provincia, bajo la tesis de que el factor de género es muy importante, tal como se ha demostrado en campañas presidenciales en la última década en el país, sobre todo por el caso de Noemí Sanín. Incluso se dice que entre los estrategas de la campaña para que Santos repita en el poder hay cinco nombres de mujeres en una carpeta, con sus respectivos puntos fuertes y débiles. Aún así, la decisión en torno de quién será el compañero o compañera de fórmula de Santos no se tomará este año.