Son muchas las interpretaciones que se hicieron luego de que el expresidente y senador Álvaro Uribe decidiera que su partido no debía apoyar la propuesta del senador Armando Benedetti (La U) en torno de establecer, en el marco del proyecto de reforma al equilibrio de poderes, una inhabilidad de cuatro años para que el Vicepresidente pueda aspirar a la Presidencia, lo que le cerraba la puerta al actual segundo a bordo del gobierno Santos, Germán Vargas Lleras, para lanzarse a la Casa de Nariño en 2018. Como se sabe, Uribe, no sin antes recordar que hacía oposición al Ejecutivo y ha tenido enfrentamientos con Vargas, dijo que no se podía utilizar la reforma constitucional para “dirimir pleitos políticos”.
Hipótesis I
Entre las hipótesis que circularon en la Comisión I del Senado respecto a la sorpresiva decisión de Uribe, que se sabe molestó mucho a varios de los congresistas de su partido, una se refería a que el expresidente sabía que apoyar el veto a Vargas Lleras prendería de inmediato una polémica en torno de que el Centro Democrático estaba ayudando a aprobar un “articulito” de reforma constitucional con “nombre propio”, la misma crítica que desde 2004 se ha hecho al uribismo por la modificación a la Carta que en ese año impulsó el Gobierno y sus mayorías parlamentarias para eliminar la prohibición de la reelección presidencial. Así las cosas, se afirmaba en los corrillos de la Comisión I, lo que Uribe hizo fue ‘curarse en salud’.
Hipótesis II
Una segunda hipótesis respecto a la motivación que pudo tener Uribe para ‘salvar’ la oportunidad de Vargas de ser candidato en 2018 tuvo relación con que, en el fondo, sabía que la propuesta no saldría avante en la Comisión I y mucho menos en la plenaria del Senado, por lo que haber apoyado la idea de Benedetti era exponerse no sólo a las críticas sobre oportunismo político sino también a una segura derrota que, obviamente, la Unidad Nacional y el Gobierno no dudarían en cobrarle a la oposición.
Hipótesis III
También hay quienes consideran que, al final, pesó mucho que Uribe no se iba a alinear con Benedetti, ya que éste, después de que fue uno de sus principales escuderos durante sus dos gobiernos, luego se convirtió en defensor de primera línea de Santos y en no pocas ocasiones ha criticado al uribismo con ese lenguaje directo y descarnado que caracteriza al parlamentario barranquillero.
Hipótesis IV
Y, por último, se afirma que en realidad Uribe entendió que la propuesta de Benedetti tenía un fondo electoral relacionado con la campaña de Rafael Pardo a la alcaldía de Bogotá, aspiración que ya tiene el apoyo del liberalismo y de La U, pero no así de Cambio Radical, el partido de Vargas Lleras que, incluso, se dice que podría respaldar a Enrique Peñalosa. Benedetti, se recuerda, fue el principal impulsor del apoyo de La U a Pardo. Consciente de ello, según algunos analistas, Uribe prefirió no meterse en esa pelea entre santistas, más aún porque no le conviene fortalecer a Pardo, pues Francisco Santos es el candidato del Centro Democrático en la capital del país.