UN SENADOR MUY DESEADO (I). Para nadie es un secreto que la posibilidad de que el senador Jota Pe Hernández continúe en la Alianza Verde es muy complicada, ya que ha tenido roces tanto con los parlamentarios petristas de esa colectividad, como con los antipetristas, sobre todo con las mujeres, que incluso han pedido su expulsión. Por lo mismo, en los corrillos políticos se da como un hecho que el congresista santandereano pensaría en cambiar de toldas de cara a los comicios de 2026. Hernández fue el candidato al Senado (electo) con más votos en los comicios de 2022, al sumar casi 190 mil. De allí que varios partidos y movimientos políticos se estén preguntando desde ya para dónde irá a enrutar políticamente el parlamentario verde, que se ha convertido en uno de los más férreos críticos del gobierno Petro.
UN SENADOR MUY DESEADO (II). “… La cuestión es muy sencilla: un senador, llámese Jota Pe o Fulanito, que sume casi el 40 % del umbral electoral en la elección de Senado (mínimo de votos para entrar en la repartición de curules) es un factor político clave para la elegibilidad de cualquier lista… Aquí (en la Alianza) saben que hay varios senadores que buscan dar el salto hacia el nuevo partido petrista y también son conscientes de que la posibilidad de presentarse, como en 2022, en coalición con En Marcha, Oxígeno y Centro Esperanza, no se ve muy viable para 2026… No se sabe qué vaya a pasar con Angélica Lozano ni con la división del partido, ya que (la exalcaldesa) Claudia López será precandidata presidencial y todo apunta a que no a nombre de los verdes… En medio de ese difícil panorama, algunos verdes alertan que dejar que se vaya una votación como la de Jota Pe, que ahora tiene más pantalla mediática y eco político que en 2022, resulta un riesgo hasta para poder apostar por conseguir el umbral para Senado en los comicios de 2026…”, le explicó a EL NUEVO SIGLO una alta fuente de la Alianza Verde.
DULCE ENVENENADO. El exministro de Hacienda José Manuel Restrepo, en una columna de opinión, indicó que tras lo que pasó con la no aprobación en el Congreso del proyecto de ley del presupuesto general de la Nación para 2025, “lo que debe seguir es que el Congreso siga siendo responsable, hundiendo la reforma tributaria”. De acuerdo con el economista, esa iniciativa no debe aprobarse porque “… primero, no sería coherente rechazar el monto (del presupuesto de 523 billones de pesos que presentó el Gobierno) y seguir en esa reforma tributaria. Segundo, porque es una reforma peligrosa al flexibilizar la regla fiscal y permitir el ‘derroche’ en proyectos ‘verdes’ que no entrarán ni en el déficit ni en la deuda. Ningún inversionista o calificadora de riesgo entenderá esto, y llevará a elevar el riesgo país, más tasa de cambio y más costos de financiación pública y privada. Pero, además, es una propuesta que con el ‘dulce envenenado’ de bajar la tasa corporativa, sube los costos de las empresas (ej.: más impuesto al carbono) y el costo del capital a los inversionistas”.
NO MÁS ACUERDO NACIONAL. En las toldas del Pacto Histórico hay varias voces que consideran que el presidente Gustavo Petro tiene que cambiar la estrategia política y dejar de insistir en alternativas que no tienen mayor futuro y sí consumen esfuerzo gubernamental. “… No hay que insistir en un ‘acuerdo nacional’… En eso se equivoca el ministro (del Interior, Juan Fernando) Cristo… Está visto que ni la oposición ni los independientes quieren comprometerse, a menos que el Gobierno sacrifique todas sus reformas y las acomode al parecer del establecimiento político y económico que se comprometió a cambiar… Cristo no tiene que volver a hablar de ‘acuerdo nacional’… Gobernemos con lo que tenemos, gestionemos con las facultades, normas legales y presupuestales que tenemos y no nos sigamos dejando desgastar por la oposición, que solo piden acuerdos para trabarlos y hacerle perder el tiempo al Gobierno…”, precisó una alta fuente petrista.
GOLPE COMPLICADO. Una de las preguntas que desde el Congreso le hicieron esta semana al alto gobierno es la posibilidad de asestar un golpe contundente a la estructura de la guerrilla del Eln, sobre todo a su cúpula. La respuesta fue que si bien se han afectado en el último año enclaves de finanzas de ese grupo subversivo, es claro que en medio del cese el fuego no se golpeó a ninguno de los jefes de los bloques ni frentes de guerra elenos. A ello se suma que la mayoría de los integrantes del ‘Comando Central’ y de la segunda línea de mando de esa guerrilla están en Venezuela o Cuba.
RELEVO MÁS CERCA. En los pasillos del alto gobierno se indicaba el viernes que los días de Otty Patiño como alto comisionado de Paz podrían estar contados, ya que su figura se ha desgastado y es necesario darle un nuevo aire a ese despacho, que hoy tiene en crisis la mayoría de los flancos de la política de “paz total”, al tiempo que ha trabado controversias de alto impacto con distintos sectores nacionales, como ocurrió esta semana con la Jurisdicción Especial de Paz (JEP). Incluso, se ha vuelto a mencionar la posibilidad de que a esa oficina pueda llegar el excanciller Álvaro Leyva.
PROCESO “ZOMBIE”. Un periodista de EL NUEVO SIGLO le preguntó a uno de los senadores de la Comisión de Paz cuál podría ser la solución a la encrucijada en el proceso de negociación del Gobierno con el Eln. El parlamentario prefirió no contestar abiertamente en espera de un pronunciamiento oficial de la comisión, pero off the record indicó que el proceso de paz con el Eln es “un proceso zombie”. Explicó que las partes no lo dicen abiertamente, pero ya prácticamente lo dan por acabado, aunque ninguna “tiene el carácter” de romperlo, en espera de que lo haga la otra orilla y cargue con el costo político.
EL CASO "PEGASUS". Un exalto mando militar del gobierno de Iván Duque le dijo a un periodista de este diario que la administración Petro está utilizando la polémica en torno a la presunta compra ilegal del software de espionaje cibernético “Pegasus” como excusa para esconder que “desde la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) se tomaron decisiones relacionadas con el escándalo de corrupción de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo”. Precisó que “… lo que se podría presumir es que la Casa de Nariño sabe que se va a destapar un escándalo de alto vuelo en la DNI y está tratando de desviar la atención”.