Una vez el Congreso comience a sesionar el próximo 20 de julio, un grupo de parlamentarios pedirá oficialmente a la Casa de Nariño que remita un informe sobre el estado de salud físico y mental del vicepresidente Angelino Garzón, con el fin de determinar si está apto para seguir en el cargo. Incluso no se descarta que se pida un peritaje oficial de Medicina Legal.
Congreso unicameral
La posibilidad de tener un Congreso unicameral, tal como lo propone el expresidente Álvaro Uribe, no cayó muy bien en algunas regiones como la Costa Atlántica. Un asesor de un veterano senador de esa región recordó que años atrás un candidato presidencial tenía la misma idea pero cuando la comentó en una reunión con parlamentarios en Barranquilla, todos los presentes le recomendaron que desechara esa propuesta puesto que iba en contra de la descentralización política y de la facultad de las regiones para verse representadas en las principales instancias regionales.
Regionalización
Sin embargo, la propuesta de un Congreso unicameral podría ‘encajar’ con las tesis de los impulsores de la creación de las llamadas “regiones administrativas” por medio de las cuales se reúnen varios departamentos para analizar planes conjuntos en distintas materias. Como se sabe, hay propuestas para que dichas regiones tengan una especie de “supragobernador” y que, con el tiempo, también se cree una instancia legislativa supradepartamental, algo así como un Congreso regional que reemplazaría a las asambleas.
Nada de nada…
Pese a que el presidente Santos ha dicho en todos los tonos que no está adelantando ningún tipo de contacto directo o indirecto con la guerrilla, y que cuando decida proceder en ese sentido se lo informará al país, en las toldas del uribismo insisten en lo contrario e incluso no dudan en señalar que sectores del gobierno venezolano estarían apoyando a la Casa de Nariño en esas gestiones. Lo más paradójico es que la propia guerrilla ha insistido en varios pronunciamientos que el Gobierno ha prestado oídos sordos a sus propuestas sobre diálogo.
Por fin…
Esta semana se oficializaría el nombre del nuevo embajador de Colombia en Estados Unidos. Ya se habría notificado el beneplácito de la Casa Blanca al nombre del experimentado abogado Carlos Urrutia y sólo faltaría que el presidente Santos haga el correspondiente anuncio del reemplazo de Gabriel Silva, cuyo nombre incluso llegó a sonar en algunos corrillos políticos como posible titular de la cartera de Justicia. Crece la expectativa frente al reemplazo de Carlos Ignacio Urrea, que hace varias semanas anunció que volvía al país para encargarse de la empresa familiar Leonisa, pero aún no se sabe quién asumirá su cargo en el gigante asiático.
Otra línea
En los pasillos de la Corte Suprema de Justicia no habría caído muy bien la decisión de la Fiscalía de autorizar la libertad del exsenador Jorge Visbal Martelo, quien está siendo investigado por presuntos nexos con grupos paramilitares. En el alto tribunal la tesis de que el exsenador, exdirigente gremial y exembajador en Perú podía salir de la instalación militar en donde permanecía recluido porque “no es un peligro para la sociedad” riñe claramente con la línea jurisprudencial de la Corte que en todos los casos de parapolítica, salvo excepcionales situaciones, ha ordenado el internamiento intramural de los sindicados.