En los corrillos políticos paisas y bogotanos se especulaba ayer que en las toldas de la campaña presidencial de Enrique Peñalosa había voces que consideraban que el exalcalde de Medellín, Alonso Salazar, podría ser una carta fuerte para ser designado como jefe de debate. Como se sabe, el Consejo de Estado anuló la semana pasada la sanción de destitución e inhabilidad que le había impuesto la Procuraduría a Salazar por presunta participación en política. Tras su resurrección política, han sido varios los escenarios que se han analizando respecto a qué hará en su inmediato futuro el dirigente antioqueño.
No le alcanzó
Como se informó en esta Sección el sábado pasado, tras el fallo del contencioso-administrativo de inmediato hubo voces en la Alianza Verde que lamentaron que la decisión se hubiera dado apenas unos días después de que venció el plazo para que Peñalosa escogiera fórmula vicepresidencial, tras imponerse en la consulta interna del 9 de marzo. Según una alta fuente de la Alianza “…si hace dos semanas se hubiera conocido ese fallo, Salazar habría sido un perfil de peso pesado para ser la fórmula presidencial de Enrique Peñalosa, ya que cumplía con los tres requisitos básicos que la campaña se había planteado como norte en la escogencia: ajeno a los partidos tradicionales, de provincia y con reconocimiento”.
¿Puente al fajardismo?
Descartado ya, entonces, que Salazar pueda ser fórmula vicepresidencial, en la Alianza hay quienes consideran que debe aprovecharse su perfil, no sólo por lo que sumaría a la campaña desde el punto de vista político y electoral, sobre todo para romper la base uribista en Antioquia, en donde Peñalosa es visto como muy cachaco, sino porque sería un puente directo para que el fajardismo se vuelva a acercar e integrar a esta colectividad que, como se sabe, nació de la fusión entre el Partido Verde y los Progresistas, que siguen las orientaciones del ahora exalcalde Petro.
Sonó, pero…
No hay que olvidar que meses atrás se intentó atraer de nuevo al fajardismo a la Alianza e incluso alcanzó a sonar con fuerza que Salazar sería el presidente de la colectividad, pero los condicionamientos de éste y la resistencia de un sector del peñalosismo y el petrismo dio al traste con esa posibilidad. Es más, se alcanzó a decir en los corrillos políticos paisas que a Fajardono le gustaba mucho que Salazar aterrizara en la Alianza.
Otras opciones
¿Qué hará Salazar? Como se indicó el sábado pasado, en Antioquia se asegura que el exalcalde podría aspirar de nuevo a la administración medellinense para suceder al liberal Aníbal Gaviria en los comicios de octubre del año próximo. No obstante también se indicó que Salazar podría ser la ficha que el gobernador de Antioquia, Sergio Fajardo, proyecte como un posible sucesor. Es claro que ambos tienen afinidades políticas, personales y programáticas, aunque se había rumorado cierto distanciamiento en los últimos meses. Es más, Salazar fue el sucesor de Fajardo cuando éste último entregó la Alcaldía de Medellín y ahora buscaría repetir la misma ‘herencia’ pero a nivel ya de la Gobernación. A Fajardo, entre tanto, hay quienes ya lo ven en el partidor presidencial de 2018.