Tal y como se anunció a comienzos de la semana pasada en esta Sección, el reajuste de la nómina ministerialempezó. El titular de las TIC, Diego Molano, fue el primero en dar el paso al costado, lo que era ya un secreto a voces desde hace varias semanas, pues se sabía de un ofrecimiento laboral a nivel internacional. La designación inmediata de David Luna en su remplazo evidencia que el tema se venía manejando de tiempo atrás y no tomó por sorpresa a nadie. Incluso se respetó así esa cuota liberal en el gabinete.
Antiguos y nuevos
Pero la cuestión no termina ahí. Habrá más relevos y no sólo se darían por la necesidad de un nuevo aire y liderazgo a varias políticas sectoriales, sino también porque, por lo menos otro de los ministros que vienen del primer mandato del presidente Santos, le habían dicho que lo acompañarían, como máximo, hasta el primer año de su segunda administración. Entre los ministros ‘antiguos’ están la canciller María Ángela Holguín; Juan Carlos Pinzón, de Defensa; Alejandro Gaviria, en Salud; Luis Felipe Henao, de Vivienda; y Mariana Garcés, en Cultura.
¿Caricambeos?
No se descarta tampoco que puedan repetirse traslados de un ministro a otra cartera. Por ejemplo, se habla intensamente del paso de Juan Carlos Pinzón de la cartera de Defensa a la embajada en Washington, de donde vendría al Gobierno Luis Carlos Villegas. En la cartera castrense, a su turno, podría ser designado el hoy ministro de la Presidencia, Néstor Humberto Martínez.
Otros ejemplos
Ya en el gobierno Santos hay varios de estos movimientos. Por ejemplo, el actual titular del ministerio de Hacienda, Mauricio Cárdenas, estuvo inicialmente en Minas y Energía. El ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, venía de ocupar la cartera del Interior. La titular de Comercio Exterior, Cecilia Álvarez, fue primero ministra de Transporte. Incluso, el hoy vicepresidente Germán Vargas primero fue titular del Interior y Justicia, pasando luego a Vivienda, en el primer mandato Santos.
¿Sánchez a Salud?
Otro de los rumores que ayer circulaba fuertemente en los pasillos de la Casa de Nariño y el Congreso tenía que ver con la posible entrada al gabinete del exsenador liberalCamilo Sánchez. Incluso se decía que podría ir a la cartera de Salud. Otro de los dilemas era si los cambios podrían afectar sólo a los ministros ‘antiguos’ o también a los designados tras el comienzo del segundo mandato, en agosto de 2014. El problema radica en que estos no llevan ni diez meses en sus despachos, por lo que removerlos evidenciaría que se rajaron en su corta gestión. Varios congresistas no dudaron en indicar que si por resultados fuera, algunos de los ministros-consejeros, es decir, los creados en la reforma a la Presidencia de la República, también “deberían estar bajo la lupa”.
Gabinetología pedida
Como lo indicara esta Sección hace varias semanas, los jefes de bancada de la Unidad Nacional y parlamentarios en particular le habían ‘sugerido’ a Santos que estudiara un posible ‘sacudón’ al gabinete, ya que las encuestas mostraban que la opinión pública pedía más dinamismo y resultados concretos. Los asesores presidenciales, sin embargo, consideran que el problema no está en los nombres, sino en la deficiente estrategia comunicativa de la gestión gubernamental y el coletazo por la crisis del proceso de paz, la desaceleración económica y un clima social alborotado.