‘Relaciones’ políticas
En las toldas del uribismo no pierden oportunidad para criticar al presidente Santos. Esta vez lo hicieron después de las declaraciones del Jefe de Estado en torno de que si bien él es de estirpe liberal, claramente su partido es La U. “… El año pasado se decía en medio de la polémica entre ambos partidos por la militancia del Presidente, que la U era la oficial y el liberalismo la amante… Ahora se puede decir que, en realidad, Santos tiene dos casas políticas, y que no se le puede acusar de infidelidad, sino de bigamia”, precisó ayer un alto dirigente uribista en conversación informal con un periodista de EL NUEVO SIGLO.
Más candela
La semana pasada se indicó en esta Sección que varios congresistas tenían listas sendas citaciones a varios ministros y al Superintendente de Industria y Comercio, para que respondieran ante la plenaria por las polémicas acerca de que el precio del cemento en Colombia es el más alto de la región, y que incluso las empresas productoras lo exportan a más bajo precio este material. Tras la decisión de la Superintendencia de formular pliego de cargos contra cinco cementeras nacionales por presuntas prácticas restrictivas a la competencia, el debate ahora eleva su nivel, pues esa investigación de refiere a hechos de hace dos años y la discusión en el Congreso se centrará en lo pasado en 2012 y 2013.
Dilemas sindicales
Que el Gobierno piensa que hay móviles políticos y electorales detrás de los últimos paros, no es ninguna novedad. Como tampoco, que los líderes de varias de las protestas tienen relaciones o cercanías con algunos parlamentarios o exparlamentarios que preparan campaña para competir por una curul en marzo próximo. Sin embargo, lo que no se sabía era que hay división en algunos sectores sindicales que consideran que las agremiaciones de trabajadores no se pueden dejar manipular por líderes que sólo buscan ‘reclutar’ votos para los comicios parlamentarios. Es más, la polémica alrededor de este tema en algunos sectores sindicales ha llegado a tal punto, que se amenazó con divisiones y hasta ‘golpes de estado’ en la cúpula de esas organizaciones de trabajadores.
División progresista
Crece la división en el interior de los sectores y dirigentes que apoyan el mandato del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro. Según trascendió, mientras que algunos consideran que los partidarios del mandatario no deberían ir a las urnas para votar por el no a la revocatoria, pues por esa vía ayudarían a que se alcance el umbral mínimo necesario para dar viabilidad a este mecanismo de participación popular, otros sostienen que hay que diferenciar una votación de revocatoria en medio de un año “muerto” electoralmente, y una realizada a escasos meses o semanas de comicios parlamentarios y presidenciables.
Otro escenario
“… La revocatoria es un proceso singular en Bogotá y no se puede comparar con los procesos que se han surtido en otras partes del país, la gran mayoría municipios pequeños y con escenarios políticos muy locales… Bogotá es un cuento aparte y si bien hoy los partidos han pasado de agache con respecto a si apoyan o no la revocatoria, es claro que a medida que se caliente la campaña para Congreso y Presidencia van a tomar partido”, precisó una alta fuente de Progresistas, el partido petrista.