Reglas del juego | El Nuevo Siglo
Miércoles, 12 de Junio de 2013

La decisión del Centro Democrático de anunciar que el 30 de julio se definirá el mecanismo para escoger al candidato único a la Presidencia no cogió fuera de base a algunos de los cuadros directivos de las campañas de precandidatos uribistas. Todo lo contrario. “… Desde hace varias semanas veníamos insistiendo en que era urgente que se definieran las reglas del juego de la campaña, puesto que el tiempo transcurrido desde el momento en que el expresidente dio el banderazo ya ha sido suficiente para que el país conozca cuál es la baraja de aspirantes…”, precisó un asesor de uno de esos precandidatos uribistas.

 

Indecisión

 

Es claro que hasta el momento no hay claridad alrededor de ese mecanismo. El propio comunicado del Centro Democrático trasluce esa incertidumbre. “… Ese mecanismo podría ser un proceso de primarias regionales, con participación de ciudadanía y encuestas y una probable consulta en marzo”. Como se sabe, cada campaña tiene una visión distinta frente al sistema de escogencia, dependiendo de las fortalezas y debilidades de cada uno de los precandidatos.

 

Escenarios

 

Así, es claro que para las toldas del exvicepresidente y ahora precandidato Francisco Santos lo más conveniente sería una encuesta de índole nacional o una consulta interna popular. Es ingenuo negar que de los seis nombres de la baraja, el suyo es el más conocido y con más exposición mediática. Las encuestas realizadas evidencian que cuando el nombre de Santos se mide frente a los de Óscar Iván Zuluaga, Juan Carlos Vélez, Marta Lucía Ramírez, José Félix Lafaurie, Carlos Holmes Trujillo y Luis Alfredo Ramos, el exvicepresidente encabeza esos sondeos. Igual pasa cuando se trata de encuestas abiertas, es decir, cuando en las opciones se mencionan al presidente Santos, el exministro Germán Vargas, Clara López (Polo) y otros. Allí Santos resulta tener el mayor porcentaje entre los aspirantes de origen uribista, aunque por debajo de Santos y Vargas.

 

Fuerte regional

 

En cuanto a otro mecanismo, como sería acudir a un proceso de primarias regionales, es evidente que allí el más beneficiado sería Ramos, pues su fortín político y electoral es Antioquia y no en vano cuando salió electo Gobernador en 2007 su votación llegó a superar los 800 mil votos, volumen que ninguno de sus competidores ha sumado en urnas de manera individual. Incluso se afirma que Ramos sabe de esa fortaleza regional y por eso su campaña se concentra más en Antioquia que en otros departamentos, como sí lo hacen Santos y Zuluaga.

 

La consulta

 

Más allá de todas las anteriores consideraciones lo más lógico sería que los precandidatos uribistas pudieran enfrentarse en una consulta interna abierta nacional, que se realizaría en marzo, el mismo día de las elecciones parlamentarias. Por esa vía no sólo se aprovecharía el impulso electoral que tendría una lista al Senado encabezada por el expresidente Uribe, sino que el Centro Democrático tendría una posibilidad de debutar políticamente con una doble apuesta: Congreso y puja presidencial. La pregunta, en el fondo, seguiría siendo la misma: ¿en una consulta interna quién jalaría más votos: una campaña nacional de Santos o una campaña regional pero muy trabajada de Ramos en Antioquia? Claro, sin contar lo que pase con los otros precandidatos, que poco a poco son más visibles en las encuestas y aspiran a pasar a la punta en pocos meses.