A buen entendedor…
Mucho eco tuvo un trino del presidente de la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), Bruce Mac Master, quien pareció lanzarle una dura crítica al anterior titular de la cartera de finanzas, Alberto Carrasquilla, que renunció hace unas semanas en medio del rechazo general al primer proyecto de reforma tributaria, que incluso dio origen a la ola de paros que ha soportado el país desde el 28 de abril. “Ayuda mucho al debate nacional contar con un Ministro de Hacienda que sale, explica, atiende, escucha. Es este el mejor camino para tratar de tomar las mejores decisiones para el país. Aún en el caso de decisiones complejas, es el mejor camino”, precisó Mac Master, quien esta semana volvió a insistir en que el Parlamento tome en cuenta la propuesta tributaria que hizo el gremio desde el mes pasado. “Al Congreso un llamado para que apoye esta propuesta que está sobre la mesa. La solidaridad del sector empresarial permitiría no tocar a las personas y solucionar el déficit de la nación. Es el Congreso el que tiene esa oportunidad hoy”, sostuvo.
¿Para el próximo?
Y hablando de la nueva reforma tributaria, un exministro le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que “… si estuviera en mis manos no presentaba ese proyecto, acudía a profundizar el apretón de gasto público y aumentar en algo el endeudamiento para poder sufragar este año y dos meses que le restan de mandato a Duque, y que sea el nuevo Presidente, con una gobernabilidad fresca y un mandato popular renovado, el que defina la hoja de ruta definitiva en materia fiscal y social” para 2022-2026.
Génesis de crisis
El exministro y exsecretario general de la Cepal, José Antonio Ocampo, hizo un pormenorizado análisis de la crisis económica y social de América Latina derivada del coletazo de la pandemia, en un artículo aparecido en el portal “Global Americans”, que lo tomó a su vez de un blog de la OCDE. De acuerdo con el reconocido economista la crisis que azota a la región “es, por supuesto, parte de un fenómeno global: la peor recesión mundial desde la Gran Depresión de la década de 1930, y además sincronizada. Combina los problemas de demanda propios de las recesiones con las limitaciones de la oferta, porque muchos sectores productivos no pueden (o pueden hacerlo solo parcialmente) debido a las restricciones impuestas por las autoridades por razones de salud pública”.
Sin embargo…
Ocampo precisa que “debemos ser claros: los factores internacionales no son la causa fundamental de la gravedad de la crisis económica latinoamericana. De hecho, en términos de choques externos, esta es una de las crisis menos agudas en la historia de la región. Esto es particularmente cierto en términos de shocks financieros. Es cierto que el apoyo financiero oficial internacional ha sido limitado. Esto se debe especialmente a la falta de capital adecuado del Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), los dos principales bancos multilaterales que apoyan a la región. El apoyo del FMI y el Banco Mundial ha sido más fuerte, pero sigue siendo limitado en términos de recursos reales que han llegado a la región. Sin embargo, la financiación privada se ha comportado muy bien”.