Impuesto global
El exministro colombiano y exdirector ejecutivo de la Cepal, José Antonio Ocampo, se declaró frustrado por el acuerdo al interior del G7, que reúne a siete de las principales potencias del mundo (Estados Unidos, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá) respecto a crear un impuesto global a grandes multinacionales. En entrevista al periódico español Diario.es, Ocampo, que preside la Comisión Independiente por la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional, una organización que reúne asociaciones y oenegés en favor de una tributación mínima común para las empresas multinacionales, afirmó que "el efecto sobre la recaudación del impuesto mínimo del 15% a las empresas puede ser muy bajo". De hecho, el también profesor de la Universidad de Columbia reconoció su "frustración" por el acuerdo alcanzado por el G7 para la fiscalidad de las corporaciones, pero confió en que se amplíe el mínimo durante las negociaciones en el G20.
Grandes ligas
Esa comisión que presidente el exministro colombiano tiene mucho peso en la academia internacional, sobre todo porque de la misma hacen parte, según la versión del diario ibérico, nombres de la talla del nobel de Economía Joseph Stiglitz y los reconocidos expertos y referentes Thomas Picketty y Gabriel Zucman.
Diagnóstico
De acuerdo con Ocampo, ese tributo global a las multinacionales “es el impuesto más importante para los países en desarrollo y además es un determinante fundamental de la distribución del ingreso público. Está claro que hay cada vez más evidencia de que la bajada de impuestos corporativos, normalmente asociada a beneficios fiscales para las estructuras de altos ingresos, han terminado generando una mala distribución del ingreso. La idea de que uno baja impuestos corporativos y crece la inversión tiene muy poco respaldo en la práctica. Por ambos lados es muy importante. Además, es el campo en el que se ha dado la mayor competencia tributaria. Una competencia tributaria que ha terminado por bajar las tasas de tributación, abriendo una gran posibilidad de eludir o incluso evadir impuestos, trasladando las sociedades a un paraíso fiscal o en un país con tasas de tributación muy bajas. La competencia tributaria ha resultado fatal y por eso la tendencia internacional es a fortalecer de nuevo los impuestos corporativos”.
“Muy bajo”
Respecto al acuerdo en el G7, el exministro colombiano indicó que la Organización que preside tenía “… expectativas mucho más altas. Principalmente por la posición franco-alemana, que era la que impulsaba un impuesto mínimo. El ministro de Hacienda francés le pareció como a nosotros muy baja la tasa del impuesto del 15%. Teníamos además una expectativa fuerte por la posición del gobierno de Joe Biden que había, a través de su secretaria del Tesoro (Janet Yellen), apoyado una tasa del 21%, que nos parecía mucho más apropiada. La tasa del 15% es demasiado cercana a las tasas de países de baja tributación como Irlanda y Suiza. El efecto puede ser muy bajo sobre la recaudación… Pero sí es un poco frustrante aunque hubo acuerdo, tanto en materia de impuesto mínimo a nuestro juicio demasiado bajo, como en permitir que las empresas tengan que tributar aunque no tengan presencia fija. Por ejemplo Netflix vende en todo el mundo pero ¿dónde tiene presencia física? Aunque no tengan residencia fiscal obtienen, digamos, una segunda residencia fiscal en términos del impuesto de sociedades”.