Las movidas del Partido Conservador de cara al próximo relevo ministerial tienen varias líneas de acción. Según un alto dirigente de las toldas azules hay tres opciones al interior de la bancada y la cúpula conservadora. La primera es de quienes consideran que lo importante en este momento es reafirmar la alianza con el Gobierno porque viene la campaña electoral y no tendría sentido que la colectividad dejara libres las cuotas políticas y de poder que tiene en este momento, pues otros partidos, como La U y el Liberal, las colonizarían de inmediato y utilizarían a su favor en los comicios del Congreso y presidenciales. En ese orden de ideas la apuesta sería por mantener los ministerios y otros altos cargos que hoy ocupan los conservadores e irse así hasta la cita en las urnas.
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Otros congresistas y dirigentes azules son de la idea de que el conservatismo debe hacer valer su importancia, tanto de cara al proceso de implementación normativa del acuerdo de paz, como en materia de apoyo al Gobierno en su recta final. Así las cosas, se optaría por exigir del Gobierno un tratamiento más positivo para la colectividad, que implique no solo un ministerio más sino algunos altos cargos que le permitan a este Partido tener más visibilidad en la gestión de gobierno, teniendo en cuenta que la bandera del empleo se le descargó al Polo, la de la paz la hondean preferencialmente La U y los liberales, en tanto que Cambio Radical tiene todo lo de infraestructura y vivienda.
Costo político tributario
“… Es por nosotros los conservadores que el país está equilibrado en materia fiscal y económica, pero eso nadie lo reconoce y al ministro Cárdenas no hacen más que cobrarle la reforma tributaria, que es una cruz que estamos cargando”, dijo un congresista azul en dialogo off the record con el EL NUEVO SIGLO. Agregó que él les había advertido al resto de sus colegas de bancada que confiarse en que al partido le podrían dar la Vicepresidencia de la República, sobre todo después de haber perdido a mano de los liberales, y con el guiño del Gobierno, la Procuraduría, era de una ingenuidad supina”. Agregó que, al final, los conservadores perdieron la Procuraduría, Naranjo va para la Vicepresidencia, se paga el costo político de la reforma tributara, se “quemó” un candidato como Cárdenas y la promesa de un ministerio adicional sigue en el limbo.
Los que quieren irse
La tercera línea de acción es la que impulsan algunos pocos parlamentarios y dirigentes, que son de la idea de que ya es hora de romper cobijas con un Gobierno que no solo tiene críticos niveles de imagen presidencial y calificación de gestión, sino que busca candidato sucesor en La U y el liberalismo. Según algunos senadores y Representantes, el conservatismo no puede seguir en el limbo, pues ni es oficialmente de la coalición gubernamental pero tampoco está del todo fuera de ella, lo que lo desdibuja política y electoralmente faltando menos de 14 meses para los comicios de 2018.
Ojo a los coqueteos
Pero no es la única preocupación de los conservadores. Se dice que el uribismo y Cambio Radical les andan coqueteando a algunos representantes a la Cámara y otros posibles candidatos al Congreso de 2018 pese a que son claramente de origen azul. Esta situación ya fue advertida a algunos miembros del Directorio, por parte de dirigentes regionales según los cuales están ofreciendo cabezas de lista para la Cámara con tal de sonsacar a “gente con votos”. Por lo mismo se urgiría al presidente del directorio, senador Hernán Andrade, una estrategia de fidelización partidista para hacer frente a este riesgo.