Todo hace indicar que la política del Banco de la República en los primeros meses de 2017 será un poco más flexible que la practicada en el último año. Por lo menos así lo auguran varios dirigentes gremiales, según los cuales el Emisor es consciente de que si no da más liquidez al sistema productivo y aumenta la capacidad de consumo en los hogares, la economía entrará en una especie de barrena que, lenta pero progresivamente, podría profundizar el ritmo de enfriamiento. Incluso en uno de los almuerzos que tradicionalmente organizan los dirigentes de algunos gremios económicos con los periodistas para celebrar la navidad y el cambio de año, el presidente de una de los principales asociaciones del sector privado dijo que si Colombia lograba cerrar el 2017 con un crecimiento superior al 2 por ciento era porque el Banco ‘por fin entendió’ que se requiere un equilibrio entre el control a la inflación y las medidas para dinamizar la economía… De lo contrario podemos estar viendo un crecimiento no mayor al 1,5 por ciento”, precisó.
Sigue lupa a gastos del Sí
En las toldas del uribismo todavía hay quienes le siguen la pista al costo que tuvo la propaganda gubernamental, directa o indirecta, para impulsar la votación por el Sí en el plebiscito del pasado 2 de octubre. Para ello le siguen poniendo la lupa a lo que serán los cierres contables de varias entidades del orden nacional e incluso descentralizado, de donde sospecha la oposición se movieron ingentes recursos para financiar la campaña por el Sí e incluso sufragar pauta publicitaria. No hay que olvidar que el uribismo siempre insistió en que el Ejecutivo habría movido no menos de 1 billón de pesos en los meses anteriores al 2 de octubre, e incluso llego a señalar que esa maniobra presupuestal agravó el déficit fiscal, haciendo más urgente el trámite de la reforma tributaria estructural, como la que acaba de aprobar el Congreso y pasó a sanción presidencial.
Más pistas sobre caso Odebrecht
En fuentes parlamentarias se asegura que el expresidente Uribe ya tendría casi identificado al alto funcionario de su gobierno que estaría involucrado en los millonarios sobornos pagados por la multinacional Odebrecht para hacerse a contratos oficiales en Colombia. Incluso un parlamentario de La U señaló que en los ilícitos también figuraría un funcionario que trabajó tanto en el gobierno anterior como en el de Santos y que esa información ya estaría en manos de la Fiscalía. Es más, en los corrillos del Senado se asegura que los abogados de uno de los implicados ya estarían haciendo algunos acercamientos con el ente acusador con miras a evaluar la posibilidad de un principio de oportunidad para su apoderado, es decir un cese de la persecución penal, a cambio de delatar toda la trama de corrupción que hizo parte de los sobornos de la multinacional brasileña en nuestro país.
OTAN y la vieja queja de Venezuela
Las posturas de Venezuela en contra del acuerdo de cooperación entre Colombia y la OTAN ya eran conocidas por el Gobierno colombiano, según lo indicó a EL NUEVO SIGLO una alta fuente diplomática. De acuerdo con esta, el tema ya había sido mencionado en las discusiones de la Unasur por parte de delegados de Bolivia y Caracas. Lo cierto es que Colombia no echará atrás su intención de firmar el pacto con la Organización del Tratado del Atlántico Norte, pues siempre ha defendido que se trata de un acuerdo de cooperación de naturales no bélica y, por lo tanto, no se contradicen los protocolos sobre seguridad regional firmados en la Unasur como tampoco los de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). Así mismo hay seguridad en la Cancillería colombiana en torno a que este convenio se enmarca dentro de los lineamientos que la OEA tiene para evaluar los tratados que sus países miembro firman con organizaciones militares externas al continente.