Todo hace indicar que el presidente Santos se dedicará, una vez deje el poder, a ejercer como Premio Nobel de Paz, lo que implicará que gran parte de su agenda sería de carácter internacional e incluso no se descarta que fije residencia en el exterior. Por lo mismo, varios parlamentarios de La U ya están considerando que si su jefe natural no va a tomar las riendas de la colectividad a partir de 2018, es necesario definir los perfiles de quienes podrían ser los jefes únicos de un partido que hoy es mayoritario en el Congreso, así como en materia de gobernaciones y alcaldías, teniendo también cuotas importantes en asambleas departamentales y concejos municipales. De allí, por ejemplo que existan senadores que consideren que deberían, por iniciativa del propio Santos, proyectarse esos nuevos liderazgos y fortalecerlos en lo próximo año y medio que restan para un cambio de gobierno en el que no está claro quién, de La U, podría ser el sucesor del hoy Jefe de Estado.
Lizarazo debería declararse impedido
La elección de Antonio José Lizarazo como magistrado de la Corte Constitucional, estaba más que cantada, como lo anunciara EL NUEVO SIGLO hace varias semanas, desde el momento mismo en que se conoció la terna del Consejo de Estado para reemplazar al saliente magistrado Eduardo Mendoza. Tan pronto como se confirmó, el miércoles pasado, su escogencia en la plenaria del Senado varias voces del uribismo advirtieron que una vez asuma su escaño en el alto tribunal deberá declarase impedido para conocer de la demanda que interpuso el Centro Democrático contra el llamado “acto legislativo de paz”, en agosto pasado. Dicha demanda, que fue respaldada, con más de un millón 300 mil firmas, le correspondió por reparto en la Corte al magistrado Mendoza, quien termina su período en algunas semanas. Por lo tanto los procesos que tiene a su cargo pasarán a conocimiento de Lizarazo, quien viene de ejercer como asesor del equipo gubernamental de paz, en La Habana, sobre todo en materia de reforma política y electoral.
Una apuesta perdida por el Papa
Tras conocerse ayer que hoy el presidente Santos y el expresidente Uribe se reunirán en el despacho del Papa Francisco, un parlamentario conservador le admitió a un periodista de EL NUEVO SIGLO que el encuentro de Roma le saldría a él muy caro. Al preguntársele el por qué, el congresista sostuvo que había apostado con un colega a que tras todo el rifirrafe alrededor del plebiscito y los diálogos entre los del Sí y el No, que terminaron en una polarización mayor entre el Jefe de Estado y su antecesor, era imposible que se volvieran a reunir. “…Yo aposté con toda certeza a que Santos y Uribe no se volverían a dar ni siquiera la mano y menos a sentarse a dialogar sobre paz o cualquier otro tema… Sin embargo parece que el Papa sí va a lograr el milagrito, y, de paso, me tocará pagar una invitación con todos los juguetes a la familia de un colega”, dijo el congresista en charla informal.
Descalabro de Reficar, hecho del año
En estas épocas decembrinas, como siempre ocurre, muchos medios y analistas hacen una selección de las noticias, personajes y otros hechos del año. Según trascendió, un ministro, en un almuerzo navideño con periodistas que cubren su fuente, dijo que para él el hecho más importante del 2016, más allá del acuerdo de paz firmado con las Farc, era el descalabro fiscal sufrido en la construcción y puesta en marcha de la Refinería de Cartagena. Según el alto funcionario, parece que los colombianos “no entendieron” la gravedad de lo ocurrido ni parecen tener conciencia de lo que son 8,5 billones de pesos, que es el daño fiscal que la Contraloría estima se produjo en la construcción de este proyecto.