La propuesta del fiscal general Néstor Humberto Martínez en torno a extraditar a muchos políticos y empresarios colombianos involucrados en caso de corrupción trasnacional sorprendió a algunos congresistas para los cuales este mecanismo ya no tiene el efecto de dos décadas atrás, cuando era principal temor de los narcotraficantes. “… Hoy la extradición, sobre todo a Estados Unidos, está convertida casi que en la opción más favorable para muchos narcos, ya que en Colombia se exponen a penas de entre 10 y 15 años como mínimo, pero en Estados Unidos gracias al sistema de negociación con fiscales y jueces no terminan pagando más cinco años, una vez entregan rutas, cómplices y dineros a la justicia norteamericana… Le aseguro que si a más de uno de los involucrados en casos como los del carrusel (de contratación) en Bogotá o el AIS si le dieran la oportunidad de ser extraditados, lo harían a ojo cerrado ya que aquí las penas que les han venido imponiendo están por encima de los 10 años efectivos de cárcel”, dijo un senador de la Comisión Primera, que pidió la reserva de su nombre para “no bajarle la caña tan de frente al Fiscal”
Peros a Congreso como ‘salvavidas’ del acuerdo
Un exmagistrado de la Corte Constitucional fue consultado por congresistas de La U y el partido Liberal en torno a qué pasaría si el Congreso, de manera autónoma, empezara a tramitar algunos proyectos de ley y de reforma constitucional para implementar el acuerdo de paz con las Farc que fue rechazado en las urnas. La respuesta del jurista es que dicha alternativa no sería viable porque podría implicar, en la práctica, un fraude o desconocimiento expreso de una determinación del constituyente en primario. Según le dijo a EL NUEVO SIGLO uno de los parlamentarios, el exmagistrado les habría dicho que no todo lo legal se puede catalogar de legítimo y no todo es legítimo se puede admitir como legal. Incluso, habría señalado una jurisprudencia a la Corte en donde el alto tribunal deja en claro que el poder del Congreso es un poder de representación política delegada por el constituyente en primario, el mismo que en las urnas el pasado domingo denegó la implementación del acuerdo final de paz entre el gobierno Santos y las Farc.
¿Por qué no aparece el expresidente Gaviria?
Ese interrogante continuaba siendo uno de los más recurrentes en los distintos corrillos políticos y las hipótesis al respecto eran varias: en primer lugar, que el exmandatario habría considerado que hay que aceptar la derrota y no hay nada más que decir frente a una campaña que se perdió. Otra versión se dirigía a considerar que a Gaviria, quien sostuvo duras polémicas con los expresidentes Pastrana y Uribe en medio de la campaña, se le habría pedido tener un bajo perfil para que no se dificultara aún más el proceso de diálogo y acercamiento con los líderes del No en aras de salvar el proceso de paz con la guerrilla. Sin embargo entre la bancada liberal hay quienes consideran que Gaviria se encontraría molesto porque habría advertido en medio de la campaña que había demasiada confianza, triunfalismo y que no se estaba trabajando efectivamente en asegurar los votos para el Sí, pero nadie le habría parado bolas y al final vino la sorpresa en las urnas.