Quienes estuvieron con el Jefe de Estado el miércoles pasado, cuando se anunció en Cuba que se había llegado a un acuerdo final de la negociación de paz, tras cuatro años de discusiones en La Habana, indicaron que al Jefe de Estado se le alcanzó a quebrar la voz y se le aguaron los ojos cuando ya se dio por hecho la firma del acuerdo y los ministros y altos funcionarios que lo acompañaron para ver en directo la trasmisión del evento en la Casa de Nariño, empezaron a felicitarlo y aplaudirlo. Incluso dicen que se le vio más emocionado que el día en que como ministro de Defensa del gobierno Uribe, el comandante del Ejército le confirmó que la “Operación Jaque” había sido un éxito y se rescató a Íngrid Betancourt, 2 estadounidenses y una decena de militares plagiados por las Farc.
Córdoba podría ser veedora en el Congreso
Hay mucha expectativa en torno a cuáles podrían ser los delegados que las Farc designaría para actuar con voz, pero sin voto, en el Congreso cuando arranque el procedimiento legislativo especial, a través del cual, obviamente si gana el “Sí” en el plebiscito, se aprobarán las leyes y reformas constitucionales derivadas del acuerdo final de paz. Se afirma entre los propios parlamentarios que la exsenadora Piedad Córdoba, que conoce la mecánica del trámite legislativo, sería una de las designadas por las Farc, junto al exministro Álvaro Leyva. A ellos se unirían muy posiblemente el abogado asesor de las Farc, Enrique Santiago, que fue quien asesoró la redacción puntual y detallada de proyectos de ley que hacen parte del acuerdo final, como la de la amnistía amplia para los guerrilleros.
Puestos de votación y zonas para Farc
Uno de los temas que debe definirse en los próximos días es qué pasaría si algún puesto de votación para el plebiscito del 2 de octubre queda ubicado dentro de las 21 zonas veredales en que se concentrarán las Farc cuando inicie el cese el fuego bilateral y definitivo, claro si es este arranca antes de la cita en las urnas. Lo más seguro es que ese puesto de votación tenga que ser reubicado hacia otra vereda o la cabecera municipal respectiva para evitar que el elector tenga que cruzarse con los guerrilleros el día que vote el plebiscito.
Roces temáticos, pero no personales
Para nadie es un secreto que entre la delegación de negociadores gubernamentales hubo más de un roce y que, incluso, se llegó a decir que por lo menos dos de ellos apenas si se dirigían la palabra cuando estaban por fuera de asuntos relacionados con el proceso de paz. Un alta fuente gubernamental confirmó que sí hubo esos desencuentros pero que se “originaron y limitaron” a temas técnicos y de la negociación, pero que en el plano personal las relaciones no se vieron muy afectadas. Incluso, en varias ocasiones el propio presidente Santos les pidió manejar con cabeza fría las diferencias de criterio porque todas estaban originadas en la mejor buena fe posible para tener un buen acuerdo.