Tras la polémica de esta semana en torno a si la Iglesia católica estaba de parte del “Sí” o el “No” en el plebiscito refrendatorio de paz, se conoció que la Conferencia Episcopal habría instruido a todos los Obispos y jerarcas del país para que se abstengan de hacer señalamientos al respecto, puesto que estos pueden ser entendidos, o mal entendidos, como que la Iglesia está asumiendo partido en cuanto a si se aprueba o no un eventual acuerdo final de paz entre el Gobierno y las Farc. 

¿Qué tan fuerte será la Niña?

La probabilidad de que en este segundo semestre se presente el fenómeno climático de La Niña ha sido ambivalente, pues dos meses atrás se decía que era de más del 70%, pero ahora los cálculos indican que bajó a un 50% la posibilidad de que se registre esta grave anomalía invernal, que ya golpeó duramente al país entre 2010 y 2011. Por lo mismo, en el Congreso piensan citar a varios ministros y al director del Ideam, así como al de la Unidad de Gestión de Riesgo para que expliquen cuál es, a hoy, el riesgo de La Niña y cómo se han adecuado a esa coyuntura los planes de contingencia anunciados meses atrás.

Conservadores, a concretar lo del Procurador

En el Partido Conservador hay senadores que afirman que es necesario que el presidente Santos sea quien lidere un pacto político, desde ya, para asegurar que el sucesor de Alejandro Ordoñez en la Procuraduría será de las toldas azules. Un veterano congresista de esa colectividad le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que conocidos ya los candidatos que se inscribieron para ser ternados tanto en la Corte Suprema como en el Consejo de Estado, es hora de concretar el acuerdo con el presidente Santos y asegurar que sea éste quien postule a un candidato de origen conservador “… No nos podemos dormir y menos dividirnos, mientras que otros partidos ya están midiendo el ambiente en el Congreso… No es momento para polémicas internas desgastantes e inútiles”, dijo en charla off the record con varios periodistas políticos.

Prepliego sindical para el Gobierno

Una especie de prepliego de peticiones podría ser presentado por los sindicatos al Gobierno. Según trascendió, algunos dirigentes de centrales obreras consideran que sería bueno preguntarle desde ya al Ejecutivo temas puntuales. Uno de ellos: ¿Qué pasaría si la inflación termina este año por encima del 8 por ciento en materia no solo de reajuste del salario mínimo sino también de alzas en la tarifas de los servicios públicos y otros rubros que están atados al IPC? De igual manera se le preguntaría al Ejecutivo si tiene en mente algún mecanismo para amortiguar el impacto que tendría en los más de cinco millones de trabajadores que devengan menos de dos salarios mínimos un eventual aumento de las tarifas del IVA, según lo proyectado para la reforma tributaria que radicaría el Gobierno en el Congreso hacia octubre.