Off the record | El Nuevo Siglo
Foto archivo El Nuevo Siglo
Martes, 26 de Noviembre de 2019
Redacción Política

De aquello, nada…

 

En medio del “diálogo social” convocado por el presidente Iván Duque tras la jornada de paro la semana pasada, empezaron a circular los rumores de un posible ajuste ministerial como parte de las medidas del Gobierno en torno a una necesaria apertura política para dar respuesta a las múltiples exigencias de la movilización del sábado pasado. Sin embargo, una alta fuente de la Casa de Nariño le indicó a un periodista de EL NUEVO SIGLO que “… si hay un momento en el que no se va a tocar la nómina ministerial es, precisamente, este, porque sería enviar una señal de debilidad política a la oposición”. También descartó que alguien en el gabinete hubiera pensando en firmar una carta de renuncia protocolaria de todos los ministros, con el fin de darle al Presidente el margen de acción para poder realizar los ajustes políticos y de énfasis gubernamental para aterrizar en medidas concretas la “Conversación nacional” que propuso.

 

El último “diálogo nacional”

 

Y a propósito de la “Conversación Nacional” que arrancó Duque y de cómo le ha ido a esta clase de mecanismos políticos, un ex alto funcionario del gobierno Santos trajo a colación que tras el cerrado triunfo del No en el plebiscito refrendatorio del acuerdo de paz, votado el 2 de octubre de 2016, la Casa de Nariño lanzó el que denominó “Diálogo Nacional por la Unidad y la Paz”. Para ello se citaron sendas reuniones del Ejecutivo con los líderes del No, encabezados por los expresidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana, el exprocurador Alejandro Ordóñez y la entonces excandidata presidencial Marta Lucía Ramírez. Como todo el país sabe, ese “diálogo nacional” no terminó nada bien, ya que si bien el Gobierno y los del No alcanzaron, en Bogotá, algunos acuerdos sobre los ajustes al acuerdo habanero y estos fueron llevados a la Mesa de La Habana para discutirlos con las Farc, de un momento a otro allí se dio por terminada la modificación al pacto denegado en las urnas y se firmó un nuevo texto con algunas correcciones parciales. El uribismo, de inmediato, calificó la maniobra de “traición” e “incumplimiento” de Santos a los del No.

 

La maniobra

 

Frente a ello, el gobierno Santos, con anuencia de la Corte Constitucional, decidió inventarse una nueva forma de refrendación para el acuerdo modificado, llamado del “Colón”, y firmado a finales de noviembre entre el Presidente y la cúpula de las Farc. Para revertir la negativa del plebiscito del 2 de octubre, se acudió a una proposición parlamentaria refrendatoria en el Congreso, que fue aprobada por las mayorías santistas en Senado y Cámara, con la oposición del Centro Democrático, que al ser minoría no pudo frenar la estrategia de la Casa de Nariño. El entonces senador y expresidente Uribe insistió en la plenaria en que el “diálogo por la unidad y la paz nacional” había fracasado y fue un engaño de Santos a los millones de personas que votaron por el No. Santos, a su turno, replicó que en la renegociación del acuerdo con las Farc se incluyeron muchos de los temas que el uribismo había propuesto para ajustar el pacto habanero.

 

En la otra orilla

 

Hoy, paradójicamente, quienes están en la otra orilla, es decir en la parte que propone el “diálogo social”, son quienes hace tres años se declararon traicionados en el “diálogo por la unidad y la paz nacional”: Uribe (senador y hoy líder de la bancada gobiernista), Ramírez (entonces excandidata y hoy vicepresidenta), Duque (entonces senador y hoy presidente), Ordóñez (entonces exprocurador y hoy embajador ante la OEA), Camilo Gómez (hoy director de la Agencia de Defensa Jurídica de la Nación y hace tres años delegado del pastranismo en las conversaciones con el gobierno Santos tras el triunfo del No).