Uber en la mira
Un dirigente del gremio del transporte público le dijo ayer a un periodista de EL NUEVO SIGLO que esperaba que “esta vez sí hubiera una solución definitiva”. Se refería a la decisión, el viernes pasado, de la Superintendencia de Transporte (entidad liderada por Carmen Ligia Valderrama) en torno a iniciar un proceso administrativo contra Uber Colombia S.A.S. con el fin de verificar si presuntamente ha incumplido la orden impartida previamente por la entidad, para “cesar la facilitación y promoción de prestación de servicios de transporte no autorizados, a través de voceros o terceros, o de medios publicitarios o de difusión de cualquier índole (individual o masiva)”. Según el ente de control y vigilancia, “presuntamente” la sociedad habría ejecutado actividades en las cuales facilita la prestación de servicios no autorizados, incluyendo publicidad, asesoría, afiliaciones de vehículos no homologados para transporte público, entre otros. “… Verificar algo que todo el país sabe me parece un poco sobre-obvio, pero lo importante es que se tomen las decisiones que todos los sectores legales esperamos contra Uber y las demás plataformas”, precisó el dirigente, que habló en off the record.
¿Multas por “rebeldía”?
Según la Superintendencia, en caso de que la empresa investigada “no acredite el estricto cumplimiento de la orden”, se le podría imponer multas sucesivas hasta de 500 salarios mínimos mensuales “mientras permanezca en rebeldía”. La entidad dijo que se garantizarán los principios del debido proceso y el derecho de defensa, y se precisa que el procedimiento iniciado se realizará de conformidad con lo establecido en la ley. Por último indicó que “estas acciones se efectúan en el marco del compromiso del Gobierno nacional y el Ministerio de Transporte con la legalidad en cada uno de sus ámbitos”. Si bien no es la primera vez que Uber está en la mira, en esta ocasión el proceso sancionatorio podría ser más cuantioso y llevar a acciones legales más determinantes.
Informe negativo en EU
Aunque la plataforma está ya acostumbrada a las polémicas sobre su funcionamiento en todo el mundo, lo cierto es que en el último mes ha estado más que nunca en el ojo del huracán. Por ejemplo, la semana pasada se informó, según un despacho de la AFP, que cerca de 6.000 casos de agresión sexual, incluidas 464 violaciones, fueron reportados a Uber en Estados Unidos en 2017 y 2018. Las cifras provienen de un informe sobre seguridad publicado por la propia compañía, “en medio de la presión a la que está sometida junto a su rival Lyft para hacer frente al creciente número de demandas de abusos”. Durante un período de dos años, la compañía recibió 464 denuncias de violación y 587 intentos de intentos de violación. Las otras agresiones sexuales entraron en categorías como besos o tocamientos.
Bajo lupa en Londres
También en el último mes las autoridades de Londres decidieron no renovar la licencia de la plataforma de alquiler de vehículos con conductor Uber tras descubrir "fallos" que permiten a los chóferes falsificar su identidad poniendo en peligro la seguridad de los pasajeros. La empresa, que tiene 45.000 conductores y 3,5 millones de clientes en la capital británica, anunció inmediatamente que recurriría la decisión y seguiría funcionando como hasta ahora a la espera de un fallo definitivo. En opinión de la oficial Transport for London (TfL), el gigante californiano "no es apto para tener una licencia". El organismo afirmó haber "identificado un patrón de fallos por parte de la compañía que incluye varias infracciones que pusieron en riesgo a los pasajeros y su seguridad". Entre ellos figura un elevado número de "conductores no autorizados" inscritos en la plataforma "que se aprovechan de las vulnerabilidades de la aplicación para transportar a miles de pasajeros".