Delirios chavistas
La beligerancia verbal de los voceros del régimen dictatorial de Venezuela contra el gobierno y las autoridades de nuestro país ha llegado a tal nivel que es raro el día en que la página web de la presidencia de Nicolás Maduro no tenga alguna “información” en la que se hable de presuntos complots desde nuestro país. Por ejemplo, hace un par de días el denominado “vicepresidente sectorial de Comunicación, Cultura y Turismo”, Jorge Rodríguez, explicó con detalles el ataque ocurrido, la madrugada del pasado domingo, al 513 Batallón de Infantería de Selva Mariano Montilla, en Luepa, municipio Gran Sabana, en el estado Bolívar. De acuerdo con el dirigente chavista, la intención de los asaltantes era robarse unos lanzacohetes para crear un “falso positivo” en territorio colombiano, al derribar un avión de la Fuerza Armada de nuestro país y culpar a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
De “navidad sangrienta” a…
La versión de Rodríguez es bastante confusa. De un lado al tratar de explicar lo que pasó en el ataque a la base, lo primero que trajo a colación es que el pasado 14 de diciembre el gobierno Maduro habría desmantelado un plan conocido como “navidad sangrienta”, el cual “tenía como objeto utilizar desertores, que se encontraban entrenando en campamentos paramilitares en Colombia”. El alto funcionario quiso enlazar este presunto complot con lo que pasó en el Estado Bolívar, señalando directamente a los líderes de la oposición, el excarcelado Leopoldo López y el presidente interino Juan Guaidó. Según Rodríguez se descubrió que "parte de ese entrenamiento y de la dotación logística, no solamente ocurrió en Colombia, que es el centro de operaciones, protegidos amparados y financiados por el gobierno de Iván Duque, sino que también hemos encontrado participación de actores de los gobiernos de Perú y Jair Bolsonaro, en Brasil".
¡De Cúcuta a Cali!
En su confuso relato, el “Vicepresidente sectorial” chavista explicó que el grupo de “mercenarios” que asaltaron el 513 Batallón de Infantería de Selva, primero estuvieron, desde el pasado 23 de febrero, en Cúcuta y luego se desplazaron hacia un campamento paramilitar, donde recibieron entrenamiento en Cali. No deja de llamar la atención lo dicho por Rodríguez sobre los campamentos paramilitares, no solo porque nadie ha tenido noticia de su existencia, sino porque ahora no los sitúa únicamente en la frontera con Venezuela. Cali, como se sabe, queda en la región occidental del país y resulta delirante considerar que, primero, pueda existir un campamento de entrenamiento en una ciudad tan densamente poblada, sino que, además, los “mercenarios” luego sean llevados a Cúcuta y de allí a territorio venezolano.
Duque y EE.UU.
Pero más ilógico resultó lo dicho luego por el vocero chavista, ya que indicó que el objetivo del asalto a la guarnición militar era apoderarse del arsenal. “Se robaron 120 fusiles de alta potencia y se robaron nueve lanzacohetes RPG (lanzagranadas de fabricación soviética para derribar tanques o blancos aéreos). Esta cohetería puede utilizarse para abatir blancos aéreos y si de algo sabe el gobierno de Iván Duque es de dos cosas: cocaína y falsos positivos”, precisó. Y fue allí en donde quiso cerrar el círculo de su confusa teoría conspirativa: “La intención para robarse esos lanzacohetes era para derribar un avión de la Fuerza Armada Colombiana en territorio colombiano y culpar a nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y crear un falso positivo que sirviera de causa de guerra para los Estados Unidos”. Si bien indicó que los lanzacohetes y la “gran mayoría” de fusiles fueron recuperados, no precisó los nombres de los capturados ni si eran colombianos.