Por si las moscas…

Varios de los partidos políticos programaron para finales de enero sus primeros cónclaves del año ¿La razón? Si bien es cierto que varios senadores y Representantes a la Cámara eran de la opinión de dejar las reuniones para febrero, al final pesó mucho la posibilidad de que el gobierno Duque se decida, de una vez por todas, a recomponer su coalición partidista apenas despuntando 2020, sobre todo ingresando a la misma a uno de los dos partidos que están en la franja de la independencia, es decir liberales o Cambio Radical. Aunque no hay nada concreto al respecto, para varios parlamentarios en política sí que se aplica aquel refrán popular según el cual “cuando el río suena, piedras trae”.

Movidas partidistas (I)

Y hablando de los partidos, un atinado observador político llamaba la atención días atrás en torno a que en 2020 varias de las presidencias únicas o colegiadas de las principales colectividades estarán en juego. Por ejemplo, se afirma que el pulso en la Alianza Verde girará en torno a darle a Antonio Navarro la jefatura del partido, aunque el senador Antonio Sanguino también le competiría. En cuando a La U, la posibilidad de que Aurelio Iragorri se mantenga dependerá de cuál bloque (el costeño o el del interior) termine ganando el pulso interno de los últimos meses. Sobre Ómar Yepes Alzate, quien preside el directorio conservador, todo hace indicar que hay un sector muy fuerte que quiere removerlo.

Movidas partidistas (II)

En donde no parece que vaya a presentarse mayor novedad es en las toldas del liberalismo. Allí se da por seguro que el expresidente César Gaviria seguirá como jefe único, salvo que su hijo Simón ingrese al gabinete a título personal y no como parte de un acuerdo político con el gobierno Duque que lleve al liberalismo a ingresar a la coalición. Si pasara lo primero, el exmandatario daría un paso al costado porque le quedaría muy difícil criticar a una administración de la cual su hijo hace parte.

Riesgo advertido

Una alta fuente diplomática le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que “por ahora” no se ve “mayor esperanza” de que Nicolás Maduro salga del poder en Venezuela y que, por el contrario, al interior del Grupo de Lima se está sospechando que la dictadura chavista tiene un plan bien orquestado para apoderarse de la Asamblea Nacional, hoy en manos de la oposición, aunque ya se reintegraron a la misma los parlamentarios afectos a Miraflores. La misma fuente indicó que sería “un error craso” que la oposición tratara de debilitar el margen de acción político de Juan Guaidó, que es reconocido como presidente interino de Venezuela por más de medio centenar de naciones.