Tres obstáculos
Varios integrantes del llamado “Comité de Paro Nacional” consideran que la única forma de reposicionar esa instancia ante el gobierno Duque, que no los reconoce como único interlocutor en el marco de la llamada “Conversación nacional”, es que las marchas callejeras se reanuden. Sin embargo se enfrentan a tres problemas básicos. En primer lugar, que ya la mayoría de los estudiantes está de vacaciones y solo hacia finales de enero o comienzos de febrero volverán a las aulas. En segundo término, que podría registrarse una disminución en la participación de estos, sobre todo de las universidades públicas en donde se suspendió el segundo semestre de 2019 y no ve muy posible que se arriesguen a seguir atrasándose en sus carreras.
Cuestión de efectividad
El tercer problema que enfrentarían los promotores del paro de noviembre y las marchas derivadas se debe a que hay sectores allí representados que consideran que la mesa entre el Gobierno y el “Comité de Paro Nacional” no ha tenido ninguna efectividad y ello ya desgastó mucho su vocería y legitimidad. Por el contrario, está claro que algunas de las reuniones en la Casa de Nariño entre representantes de otros sectores sociales y económicos con los delegados oficiales, Diego Molano y Angelino Garzón, así como con varios ministros, en el marco de la “Conversación nacional”, sí han dado algunos resultados concretos. Por lo pronto se sabe que la presión del “Comité de Paro” para que su mesa de negociación sea exclusiva no tiene la menor posibilidad de ser aceptada por la Casa de Nariño.
No dar papaya…
Sobre este mismo tema, se sabe que en los gremios económicos hay cada vez más voces que consideran que no conviene que este año, al menos en el primer semestre, se ponga sobre el tapete la reforma al sistema pensional. Si bien es cierto que en los gremios hay consciencia de la urgencia de modificar el régimen de jubilación, también se sabe que este proyecto es el ‘caballito de batalla’ que están esperando los organizadores de los paros de finales del año pasado para volver a prender la protesta social en las calles durante estos primeros meses de 2020. Bajo esa óptica, se piensa entre los líderes empresariales que ‘no hay que dar ese papayazo’ y que lo mejor es esperar unos meses más.