Plaga digital
Una de las grandes ‘plagas’ del mundo moderno es, sin duda, la de las noticias falsas que circulan en Internet, más conocidas como fake news. El año pasado, sobre todo en medio de la campaña electoral y luego durante los paros, hubo un pico de versiones amañadas y mentirosas en las redes sociales. Si bien es cierto que desde la organización electoral, los medios de comunicación, los partidos y las propias entidades oficiales se implementaron distintos sistemas para enfrentar esta ola de noticias falsas, al final de cuentas, como en todo el mundo, la posibilidad de frenar es casi imposible. Es más mientras las altas Cortes emitieron sendas sentencias en donde advirtieron los riesgos judiciales a que se expone quien propaga esta clase de versiones injuriosas o calumniosas, en el Congreso también se anunciaron algunos proyectos de ley dirigidos a castigar a los responsables de las fake news, esto aunque los expertos insistieron en que es muy complicado concretar causas penales o demandas civiles al respecto.
Manual del Mintic
Sin embargo, la batalla continúa. Esta semana, por ejemplo, llamó la atención un manual de cinco recomendaciones que lanzó el programa “En TIC Confío”, del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones que promueve el uso seguro y responsable de la tecnología. El sencillo manual busca concienciar a todos los colombianos para que eviten convertirse en multiplicadores de información falsa en las redes digitales. La primera de esas recomendaciones es “Lea”, en el sentido de pedir a los navegantes en la web que no se queden solo con el título de los artículos, sino que revisen la información completa y analicen la coherencia que tiene antes de sacar sus propias conclusiones o compartirla con alguien más. La segunda es “Revise la fecha”, a través de la cual se advierte que en ocasiones las noticias falsas se valen de información antigua, así que hay que verificar cuándo ocurrió lo que se menciona. Hay que recordar que sacar una noticia de contexto también es una manera de desinformar.
Investigar origen
La tercera recomendación de este programa es “Tenga en cuenta de dónde viene” la información que le llega por vía digital. Según el programa gubernamental uno de los medios más comunes para la circulación de noticias falsas es el chat, por eso, hay que identificar quién envía la información y el formato en que circula. Es sabido que una noticia falsa puede recibirse en texto, imagen, audio o video, y quienes la promueven han llegado a un grado de sofisticación tal que pueden suplantar fuentes legítimas con un alto grado de especialización, con el fin de cumplir su objetivo ilícito. “Confirme” es la cuarta premisa y enseña que un buen método para definir si se trata de una noticia falsa es buscar la información en Internet y corroborar que otras fuentes (oficiales o de medios de comunicación) hayan abordado el tema.
La misma semana que…
Y, por último, está “Dude”. Aquí lo que se pide a los navegantes en Internet es que si una información es demasiado sorprendente; se hace viral muy rápido; no cita fuentes oficiales o expertas; no la puede corroborar en otros medios, o es recibida de forma anónima pidiendo que se comparta, es muy probable que se trate de una noticia falsa. Paradójicamente este manual del Ministerio sale en la misma semana en que la prensa estadounidense denunció que durante los paros y protestas del año pasado en Latinoamérica se detectó un tráfico de trinos y mensajes con origen, en una sospechosa proporción, en servidores o cuentas rusas. Como se sabe, en Estado Unidos se acusa a Moscú de tener un ‘ejército cibernético’ para manipular información en cualquier parte del mundo, lo que Rusia niega reiteradamente.