Nada de nada…
Poco eco ha tenido entre los grupos ilegales el llamado que hizo a mediados de esta semana la Defensoría del Pueblo que urgió a todos los actores armados no estatales “cualquiera que sea su origen, motivación, capacidad y orientación, para que en virtud del principio de humanidad” a que cumplieran cuatro compromisos clave: 1. Reduzcan, hasta la eliminación, el empleo de la violencia armada; 2. Cesen la violencia e intimidación contra líderes sociales y defensores de derechos humanos; 3. Respeten y permitan la acción de la misión médica para la prevención y atención del Covid-19, así como el abastecimiento de bienes esenciales para mantener el aislamiento preventivo obligatorio; 4. Protejan y prevengan el contagio al interior de sus filas. Estos cuatro puntos los puso sobre la mesa la Defensoría al advertir que tras cinco semanas en emergencia sanitaria la violencia ejercida por los actores armados no estatales y los grupos armados de crimen organizado persiste en los territorios más vulnerables del país.
El Eln ‘se cuida’
A propósito del cuarto punto de la petición de la Defensoría, lo único que se ha sabido al respecto es que alias ‘Pablo Beltrán’, cabecilla del Eln, indicó que al interior de la guerrilla se están aplicando los protocolos sanitarios para evitar el contagio del coronavirus. De hecho, en algunas regiones se afirma que la orden de los frentes del Eln es que los subversivos no se aparezcan por los cascos urbanos de los municipios o corregimientos en donde se haya confirmado un solo caso de contagio. De igual manera, se especula en algunos municipios del oriente del país, que varios frentes elenos habrían corrido sus campamentos selva adentro para estar lo más lejos posible de la población civil. Paradójicamente, los subversivos seguirían extorsionando utilizando teléfonos celulares.
Dando palo
La senadora María del Rosario Guerra, del Centro Democrático, salió en defensa ayer de las decisiones que ha tomado el Gobierno en medio de la emergencia sanitaria y, de paso, le dio un ‘varillazo’ a quienes le lanzan dardos a la Casa de Nariño. “Las decisiones no son fáciles. El Gobierno nacional, en cabeza del presidente Duque, ha sido prudente y asertivo en las medidas que ha implementado para responder a la crisis originada por la pandemia. Es muy fácil para quienes no tienen la gran y maratónica responsabilidad de dirigir un país, criticar y tratar de destruir lo que con tanto esfuerzo se planea y ejecuta para mantener a salvo a los ciudadanos, quienes en este momento crítico necesitan garantías básicas de atención en salud, empleo digno y alivios económicos para asegurar el sustento para sus familias (…). No hay un manual para mitigar la crisis y garantizar que todas las decisiones serán acertadas, así como tampoco existe una vacuna contra el virus”.
Allá y aquí
Tras respaldar las decisiones del Jefe de Estado en torno a la reactivación gradual de los sectores de construcción y manufactura, la senadora uribista trajo a colación los siguientes datos del exterior: “Revisemos algunas experiencias internacionales. Para el caso de Italia, donde hay 172.434 personas contagiadas con Covid-19, y más de 22.000 muertos, el Gobierno decidió reabrir algunos negocios como ferreterías, papelerías y librerías; mientras que en España lo hicieron con el sector manufactura, servicios y construcción. Alemania, por su parte, permitió la reapertura gradual de colegios, guarderías y algunos establecimientos de comercio. Y gran parte de los países comienzan ya a permitir actividades productivas, vida deportiva al aire libre y algunas actividades académicas, todas con restricciones. La reactivación en nuestro país no será masiva; y como bien lo reiteró el presidente Duque y su equipo de gobierno, la prioridad es y seguirá siendo la salud de los colombianos. Pero no podemos olvidar que ningún país puede sostenerse sin actividad económica y sin ingresos”.