Punto alto
La presidencia del Senado será para el congresista de Cambio Radical, Arturo Char. Eso ya está más que seguro. De hecho, en los corrillos políticos de Barranquilla se asegura que cuando el parlamentario se posesione se podría decir que la llamada “casa Char” estará en uno de los momentos más importantes de la última década, sobre todo porque se confirmará como una corriente política que ya está tomando dimensión nacional, con participación en altos cargos del país y muy posiblemente con precandidato presidencial a finales del año entrante, a través de Alejandro Char, exalcalde de la capital del Atlántico.
En la mira
A una semana del arranque de la nueva legislatura, desde ya asoman los primeros debates de control político que los partidos quieren citar. Uno de los que podría dar para alquilar balcón es el que le quieren montar al fiscal Francisco Barbosa, a quien desde las toldas de la oposición buscan someterlo a un intenso debate sobre el avance de los procesos de la llamada “ñeñepolítica”. “… Al Fiscal lo ven débil y le tienen muchas ganas desde la oposición y se sabe que ya hay varios parlamentarios listos a radicar la solicitud de debate de control político”, precisó una alta fuente parlamentaria a un periodista de EL NUEVO SIGLO.
Ojo a carteles
Las autoridades colombianas están verificando informaciones en torno a que el rol de los carteles mexicanos del narcotráfico en el suroccidente del país está subiendo de nivel. Según trascendió, los carteles del país centroamericano ya no serían los principales compradores de la cocaína que se produce en departamentos como Cauca, Nariño y Putumayo, sino que ahora tendrían el manejo directo de narcolaboratorios e incluso de extensiones sustanciales de cultivos ilícitos. Ello explicaría, igualmente, el aumento de los homicidios en esas zonas del país, especialmente de líderes comunitarios, indígenas y campesinos, que se oponen a las actividades de narcotráfico en sus respectivas zonas.
Lupa a salud
Una alta fuente del sector salud le indicó a un periodista de este Diario que la Superintendencia del ramo le tiene el ojo encima a las denuncias que han surgido en distintas zonas del país en torno a que algunas EPS, hospitales y clínicas estarían utilizando una parte de los recursos que el Gobierno ha girado en el marco de la emergencia sanitaria para sufragar gastos distintos a los prioritarios. “… Hay denuncias de dineros de contingencia que iban para pagos de salarios y otros asuntos de urgencia en medio de la crisis, que se han desviado a otros rubros, algunos de ellos para pagar cuentas vencidas hace tiempo y gastos administrativos muy sospechosos”, precisó.