¿Razones de ‘Timo’?
Un atinado observador político traía a colación el viernes pasado que no dejaba de llamar la atención que Rodrigo Londoño, alias ‘Timochenko’, hubiera negado ante la JEP que fuera “política” de la antigua guerrilla de las Farc el reclutar menores de edad, cuando muchos de los jefes desmovilizados ya han aceptado que esa era una conducta que sí se presentó en esa facción subversiva. Sin embargo, para una persona que conoce muy de cerca el proceso judicial al interior de la JEP, la postura de ‘Timochenko’ es “entendible”, en el sentido de que si bien se trata de comparecencias colectivas de los exjefes de las Farc dentro de un macroproceso, al final de cuentas “cada quien tiene un proceso penal individual”, puesto que las penas alternativas o de cinco o hasta veinte años de cárcel están contempladas para ser impuestas de forma individual y no colectiva. “Que Timochenko diga que él, que no era propiamente un mando militar, diga que no sabía, no significa que otros exmandos hagan lo propio”, precisó.
Condicionar extradición
Un grupo de parlamentarios de izquierda está analizando la posibilidad de presentar un proyecto de ley que condicione la extradición de integrantes de grupos armados ilegales, ya sea de paramilitares o guerrilleros, de forma tal que si el Estado requirente no se compromete a que el ciudadano en cuestión será deportado obligatoriamente a Colombia cuando termine de pagar su condena en el exterior, las autoridades de nuestro país no podrían proceder a su entrega. “… No se podrá aplicar de forma retroactiva pero en nuestros análisis hemos encontrado que sí hay posibilidad de condicionar las extradiciones y que, incluso al propio amparo de la Convención de Viena, se puede comprometer a posteriori a los estados requirentes para que devuelvan a los extraditados si estos son buscados en el país de origen por delitos de lesa humanidad por los que no han sido juzgados en esa otra nación”, precisó una fuente parlamentaria.
¿Auto-trampa?
En la cúpula gremial hay alertas tempranas por lo que consideran un “exceso de confianza” del gobierno Duque en los ritmos de la reactivación económica en 2021. Para varios líderes de rubros productivos una “cosa es el optimismo” y otra “… hacer las cuentas de la lechera”. Lo cierto es que algunos voceros gremiales son de la tesis de que el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, debe empezar a “aterrizar” las expectativas de la recuperación porque las firmas calificadoras de riesgo ya están empezando a advertir que algunas de las metas, en especial la de crecimiento del PIB para el próximo año, serán muy difíciles de alcanzar. Incluso se piensa en altos círculos económicos que el propio Gobierno se está tendiendo “una trampa” al apostar por indicadores muy altos que serán muy difíciles de alcanzar y eso le podría pasar factura más tarde.