Por la mitad
Una alta fuente del Concejo de Bogotá le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que las relaciones entre el Cabildo Distrital y el Palacio Liévano no eran distantes como tampoco cercanas. “… Los proyectos de Acuerdo grandes se han aprobado con seriedad y ponderación… Las votaciones no han estado marcadas por las matemáticas de los bloques gobiernista, independiente y de oposición… Sin embargo, hay muchas reservas sobre la gestión de algunos secretarios y titulares de las principales entidades del Distrito que poco se han visto por el Concejo”, precisó. Agregó que la interlocución con la alcaldesa Claudia López no es la mejor ni la peor, pero que se le “abona” que no ha tenido grandes enfrentamientos con las bancadas ni el presidente del Cabildo, Carlos Fernando Galán (su rival en campaña), contrario a lo que se “… pensaba en enero pasado cuando se creía que los rifirrafes estarían a la orden del día y la relación sería literalmente traumática”.
¿Sin hallacas?
Campaña es campaña. Y prueba de ello es lo que está sucediendo en Venezuela de cara a los cuestionados comicios parlamentarios del 6 de diciembre. Este fin de semana, por ejemplo, los candidatos chavistas y de los partidos de la oposición cruzaron fuertes críticas, teniendo como telón de fondo la proximidad de las fiestas navideñas. Así, de un lado, el diputado opositor Manuel Teixeira rechazó al detrimento del poder adquisitivo de los trabajadores. “Hablan de navidades felices y el venezolano no cuenta con un salario digno que le permita cubrir al menos el costo de las hallacas”, puntualizó. Las hallacas son uno de los productos más tradicionales de Venezuela, similares a lo que en Colombia se conoce como tamales. Texeira señaló que es “inhumano lo que viven los venezolanos hoy”, asegurando que lo que perciben mensualmente los trabajadores por su esfuerzo es una miseria. Se preguntó cómo come un trabajador con un salario que solo le alcanza para comprar la comida de dos días.
Navidad electoral
Del otro lado el que se refirió a la navidad fue el propio Nicolás Maduro, jefe del régimen dictatorial chavista. “Nos reencontramos en el amor y la alegría tras la llegada de la época más bonita del año, la navidad. Con la aplicación del método venezolano, el 7+7 Plus, la conciencia y la prevención de todos, cuidaremos la salud del pueblo para garantizar un fin de año seguro y en paz”, dijo Maduro al hablar sobre las nuevas reglas del juego para combatir la pandemia del Covid-19 y la flexibilización de las medidas de restricciones a la movilidad y el funcionamiento productivo para fin de año. Su pronunciamiento lo hizo con una serie de árboles navideños a su espalda. Obviamente hizo alusión a los comicios parlamentarios diciendo que la “revolución” ganará.
Chiste, pero…
Maduro también se trenzó de nuevo en una polémica con el líder opositor Juan Guaidó, a quien más de cincuenta naciones reconocen como el presidente legítimo de Venezuela. Por ejemplo, en un ‘varillazo’ bastante duro, el cuestionado mandatario chavista se refirió a la crisis en Perú con la renuncia de Merino a tan solo cinco días de asumir el cargo, tras la destitución de Martín Vizcarra. Maduro no solo apoyó las manifestaciones contra el gobierno provisional, sino que metió a Guaidó. “Parece que nadie quiere asumir la Presidencia allá. Nosotros podemos mandarle a Guaidó para que asuma la presidencia y se autoproclame presidente del Perú. ¿Qué les parece? Para que cumpla su sueño y entre a un palacio presidencial porque aquí no tiene vida”, dijo Maduro. Luego, aclaró que se trataba de un chiste.