Duque de frente (I)
Durante su periplo por Coveñas (Sucre), el pasado sábado, el presidente Iván Duque lanzó varias cargas de profundidad sobre la presencia de las Farc en el Congreso. Por ejemplo, sostuvo que “… en la gran mayoría de procesos de paz que se han adelantado en Colombia, a lo largo de los últimos 100 años, siempre ha estado presente esa palabrita maldita que se llama impunidad. Después de la Guerra fratricida de los mil días, nunca hubo condenados por crímenes del deleznables. Después de la violencia bipartidista en los años 40 y 50, nunca se vio una condena ejemplar y clara frente a los que cometieron los más abominables crímenes. Después vimos las primeras expresiones de las mal llamadas guerrillas, muchas de las cuales entraron con posterioridad a procesos de desmovilización, desarme y reinserción, producto de negociaciones, y nunca se presentaron condenas ejemplarizantes a quienes cometieron los más graves crímenes”.
Duque de frente (II)
“… Y recientemente, hemos visto, también, que la figura de lo que se conoce como Justicia restaurativa, también, tiene un halo, donde se sacrifica la sanción ejemplarizante del delito en aras de lo que se ha denominado la plena verdad. Pero el problema es que cada vez que ocurre impunidad, cada vez que se materializa impunidad, esa impunidad se convierte en partera, en principio de inicios de nuevas formas de violencia. Y por eso, en la concepción de la Paz con Legalidad nosotros entendemos la voluntad y el proceso de reincorporación de las bases… Pero lo que clamamos, porque afortunadamente hay desarrollo claro del Derecho Internacional, es que los principios de Verdad, Justicia, Reparación y no Repetición se traduzcan en sanciones ejemplarizantes y proporcionales a quienes han cometido los más graves crímenes de lesa humanidad”.
Duque de frente (III)
El Jefe de Estado, en la misma semana en que la JEP imputó a ocho cabecillas de las desmovilizadas Farc por más de 21 mil secuestros, sostuvo que “… se revictimiza una víctima cuando sus verdugos, cuando sus victimarios ostentan las más altas posiciones del Estado. Y además pretenden preservarlas aun siendo señalados o acusados de crímenes de lesa humanidad. O lo que es aún más grave, pretenden conservarlas después de ser condenados. Y yo sí creo que hoy debemos plantearle al pueblo colombiano con claridad, que quienes han cometido los crímenes de lesa humanidad y reciban esta sanción por parte de la justicia transicional no pueden seguir ostentando sus curules en el Congreso de Colombia”.
Duque de frente (IV)
Para terminar esta dura intervención, que tiene como claros destinatarios a los congresistas del partido Farc, Duque recalcó que “… el mínimo gesto de gallardía, el mínimo gesto de verdadera reparación y de asumir responsabilidad es que salgan del ejercicio de esa función parlamentaria. Y decir esto no significa ser enemigo de la paz. Significa ser amigo de la justicia y ser enemigo de la impunidad. También, soy claro, en que es conocido por todos nosotros que en la justicia restaurativa se habla de penas alternativas, es cierto, que se habla de penas que no necesariamente implican una condición intramural convencional, es cierto, todo eso se puede entender. Pero lo que no se puede entender es que tengamos un doble rasero en Colombia, donde cualquiera que haya cometido un delito que implique sanción no puede jamás aspirar al Congreso de la República…”.