Soldado advertido…
A propósito de un artículo publicado la semana pasada en este Diario que consultó a varios parlamentarios que hacían parte del llamado “Liberalismo social demócrata”, la mayoría de los cuales no renunció a sus partidos, un congresista de La U le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que meses atrás le había advertido al respecto al senador Roy Barreras, que sí se salió de su colectividad para tratar de armar toldo aparte.
Evidencias
La representante a la Cámara, Margarita Restrepo, uribista, se fue lanza en ristre contra la justicia transicional que se aplicará a los excabecillas de las Farc. “… Entiendo que la paz obliga a ceder en materia de aplicación de justicia. Pero algo va de una disminución de una condena, a nada de castigo penal, como sucederá concretamente frente a los secuestros perpetrados por las Farc. Ahora bien: no es sano para nuestra democracia que personas que ordenaron y ejecutaron el secuestro de miles de personas, sean beneficiarios con curules en el Congreso de la República. Muchos han dicho que ese es el ‘precio’ que hay que pagar por tener un país en paz. Pero ¿A cuál paz se refieren? El tiempo se ha encargado de demostrar que las Farc no se desmovilizaron completamente y que buena parte de sus estructuras se mantienen en la criminalidad. Es bastante diciente que quien fuera el jefe negociador de ese grupo terrorista, alias ‘Iván Márquez’, hoy sea el jefe máximo de las así llamadas disidencias”.
¿Y los artículos?
La senadora uribista María del Rosario Guerra se ubicó en la misma línea. “… Siempre dijimos en el Centro Democrático que aquellos que cometieron delitos de lesa humanidad no podían llegar al Congreso de la República. Entre otras cosas porque la Constitución Política, por sólo citar dos artículos, es clara en que ‘nadie que haya sido condenado en cualquier tiempo por la comisión de delitos que afecten el patrimonio público puede participar en política’ (artículo 122) o ‘no podrán ser congresistas quienes hayan sido condenados por sentencia judicial, a pena privativa de la libertad, excepto por delitos políticos o culposos’ (artículo 179). Así las cosas, muchos de las Farc, por tener condenas y ser responsables de crímenes de lesa humanidad, no pueden ejercer cargos públicos como ser congresistas”.
Sin tregua
“¿Quién está detrás de Quintero? Es un secreto a voces que César Gaviria teje en EPM su telaraña clientelista, pero “Daniel” es impredecible. De conservador a liberal, peleó con Gaviria y se arrimó a la Colombia Humana contra Duque y en favor de Petro, quien hoy sonríe, mirando a 2022, cuando Quintero agita la lucha de clases y trina amenazante que ‘Medellín ya no les pertenece. Colombia ya no les pertenece’… Los gobiernos ‘alternativos’, de izquierda declarada o manoseados por ella o por el ‘progresismo’ socialista han sido un desastre que Bogotá sufrió durante doce años, entre el populismo de Lucho, la corrupción de Moreno y la polarización arrogante de Petro. Hoy lo vuelve a sufrir con la incoherencia pendenciera de López, como lo sufre Cali con Ospina y Medellín con Quintero. Por ahora, que Dios libre a EPM, a Antioquia y a Colombia”. Extracto de una dura columna del presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie, criticando al alcalde de la capital antioqueña, Daniel Quintero.