Le insistirán
Si bien es cierto que el exalcalde Enrique Peñalosa dijo esta semana a EL NUEVO SIGLO que no tiene pensado postularse al Palacio Liévano el próximo año, varios sectores políticos le insistirían para que repiense esa negativa, bajo la tesis de que él es una de las cartas más fuertes para competir por la sucesión de Claudia López y evitar que la izquierda siga al mando en Bogotá. Lo cierto es que, por el momento, la baraja de precandidatos supera los 10 nombres pero en los corrillos políticos se afirma que faltan por lo menos dos o tres pesos pesados en oficializar sus respectivas aspiraciones, lo que solo se daría terminando el primer trimestre del próximo año o comenzando el segundo. Se rumora que varios exministros estarían en la competencia y hasta dos ex precandidatos presidenciales. Los analistas políticos advierten que el gobierno Petro se jugará el todo por el todo para que la oposición no llegue a la alcaldía distrital.
Enredándose solo
En las toldas del Centro Democrático se analizaron con detenimiento los resultados de las dos encuestas que salieron esta semana. Se prestó especial atención a los porcentajes de favorabilidad tanto del expresidente Álvaro Uribe como de varios de los principales dirigentes y congresistas de esa colectividad. De igual manera, se profundizó sobre la percepción de la ciudadanía respecto a las principales políticas del gobierno Petro, que en ambos sondeos tuvieron una calificación regular o incluso mala. Un dirigente uribista dijo que una de las principales conclusiones de esas encuestas es que “el gobierno Petro es su principal opositor, ya que se está enredando solo”.
Campanazo por tierras
El programa gubernamental para comprar tres millones de hectáreas de tierra fértil y productiva a los ganaderos y otros gremios del agro para entregárselas a los campesinos que no tienen acceso a la propiedad rural, tiene un nuevo flanco de análisis. Un economista experto, que dicta cátedra en una de las principales universidades de la capital del país, les dijo a varios de sus colegas que el Ejecutivo no estaba haciendo un cálculo básico en un programa de estas dimensiones: ¿Cuál podría ser el impacto en materia de inflación, consumo y canasta de precios que tendría el comprar un promedio de 500 mil hectáreas anuales de tierra? ¿Qué significaría la inyección de billonarios recursos a la economía real en medio de la ola inflacionaria y cuando lo que se requiere es enfriar el sistema productivo y reducir la liquidez?
Pulso por Escazú
A propósito de la aprobación esta semana del proyecto de ley que ratificó la adhesión de Colombia al Acuerdo de Escazú, algunos funcionarios del gobierno Duque calificaron de “mezquina” la actitud de varios voceros del Pacto Histórico, según los cuales sin la llegada de la izquierda al poder este proyecto no habría sido aprobado. Frente a ello se recordó que fue el gobierno Duque el que presentó en dos ocasiones esa iniciativa al Congreso pero en la primera ocasión se hundió porque no logró las mayorías necesarias, incluso por la oposición de partidos como el Centro Democrático y los conservadores. En noviembre pasado se radicó de nuevo y quedó en trámite para el Congreso que se posesionó el 20 de julio, que terminó la aprobación la semana pasada.
Pliego de peticiones
Aunque el Gobierno ya advirtió que el precio del diésel no subirá antes de la mitad del próximo año, los gremios del sector de transporte de carga consideran que esa no es la única preocupación. Temas como la chatarrización, el encarecimiento de la canasta de productos, bienes y servicios, el eterno pulso por los fletes y el costo de los peajes hacen parte del pliego de peticiones este sector le va a presentar al Ejecutivo en próximas semanas.