Pulso por Escazú
Todo hace indicar que uno de los primeros pulsos en el nuevo Congreso, que se instalará el 20 de julio, tendrá que ver con el Acuerdo de Escazú, proyecto que no pudo ser sacado adelante por el legislativo que terminó labores ayer, pese a que el gobierno Duque y sus mayorías parlamentarias se habían comprometido a darle el visto bueno, tras un primer revés en 2021. Una alta fuente del Pacto Histórico le dijo a un periodista de este Diario que este proyecto es un “punto de honor” para la nueva coalición de izquierda y será una de las tareas prioritarias de la bancada para este año. Sin embargo, la posibilidad de aprobación del Acuerdo de Escazú, que facilita el acceso ciudadano a la información ambiental de cualquier obra de infraestructura, dependerá de que el gobierno entrante de Gustavo Petro logre una coalición mayoritaria en ambas cámaras. De lo contrario, la iniciativa seguirá en el limbo.
Temas complicados
Tras la reiteración ayer por parte del presidente electo Gustavo Petro en torno a que normalizará las relaciones diplomáticas con la dictadura chavista, algunos internacionalistas llamaron la atención sobre lo que ello podría significar y las dificultades que comporta. “... Este es un tema muy complicado por la distancia entre lo que se promete y lo que en realidad se puede hacer. Por ejemplo, hay que preguntarse cómo va a tratar el nuevo gobierno colombiano a la oposición de Juan Guaidó, a quien la administración Duque reconoce como presidente interino y legítimo del vecino país... Ese reconocimiento tiene un efecto legal, como es el caso de la delegación diplomática y la embajada venezolana en Colombia, que fue designada por Guaidó y no por Nicolás Maduro... Y qué decir de lo que va a pasar con la representación venezolana en las directivas de Monómeros, una empresa binacional en la que la Casa de Nariño reconoce a los delegados de la oposición y no a los de la dictadura", afirmó un internacionalista en dialogo off the récord con este Diario.
Dilemas del Pacto
La posibilidad de que Roy Barreras sea el próximo presidente del Senado sigue embolatada. Si bien es cierto que el congresista del Pacto Histórico es reconocido como un experto en el tejemaneje parlamentario y la consecución de acuerdos políticos, también es sabido que no son pocas las voces en la coalición petrista que consideran que, tras el escándalo de las filtraciones de los llamados ‘petrovideos’, su designación como cabeza de la cámara alta podría tener un mal recibo entre la opinión pública. Por lo mismo, se barajan otros nombres. Por ejemplo, hay quienes proponen que se piense en los senadores Iván Cepeda o Alexander López, ambos provenientes del Polo Democrático, pero en los últimos días se empezó a abrir camino fuertemente la posibilidad de que Clara López pueda ser una fórmula intermedia entre quienes no quieren que la izquierda radical, con Cepeda o el mismo Gustavo Bolívar, llegue a la presidencia del Senado, pero tampoco están de acuerdo con que sea Barreras, ya que tiene un amplio recorrido por varios de los principales partidos tradicionales.
Tempranero sonajero
Un concejal de la capital del país le dijo un periodista de este Diario que ya son, por lo menos, cuatro los nombres que están en la franja de posibles candidatos a la alcaldía de Bogotá en los comicios del próximo año. Señaló a dirigentes como Enrique Peñalosa, Alejandro Gaviria, Carlos Fernando Galán y Marta Lucía Ramírez, entre otros. Respecto a casos como los de la senadora Angélica Lozano o la representante a la Cámara Katherine Miranda (ambas de la Alianza Verde), el cabildante indicó que no las ve asumiendo su curul el próximo 20 de julio y renunciando unos meses después para no inhabilitarse.