El adiós de Villalba (I)
El senador liberal Rodrigo Villalba termina periodo y prácticamente dio por culminado su largo ciclo parlamentario haciendo una serie de reflexiones. “… Llegué a la Cámara de Representante en la década de los 90s, donde tuve sentimientos encontrados: porque con alborozo observaba que se desarrollaba la Asamblea Nacional Constituyente quien le dio a Colombia una nueva Carta Política, la de los derechos, la que todos defendemos; y al mismo tiempo me golpeaba que nuestras funciones estaban suspendidas mientras legislaba la Constituyente, para luego ser revocado nuestro mandato conllevando a nuevas elecciones para terminar el mismo periodo. En mi segundo cuatrienio, ya en el Senado (94-98) seguimos trabajamos sobre los primeros desarrollos constitucionales, labor institucional perturbada con el escándalo del proceso 8.000, circunstancia que me hizo separar de la línea oficial de mi partido. Volví a esta corporación en el 2010, con el propósito de participar en este escenario del gran debate público, en el entendido que con un periodo era suficiente, sin embargo, las circunstancias de país como el compromiso con el equipo de la región y del Partido, me tienen hasta la fecha, donde este 20 de julio cumplo 20 años de estar en el Congreso de Colombia”.
El adiós de Villalba (II)
Villalba señaló que “dejo esta responsabilidad legislativa sin siquiera pensar en irme a los cuarteles de invierno, sabré asumir mi responsabilidad y mi rol, ya no con la credencial de congresista, sin temor a que alguien me señale de algo indebido, porque he tenido claro que nadie se puede meter en política para desacreditarse, y quienes representamos a los demás u ostentamos altas dignidades de Estado, tenemos la obligación de presentar un buen comportamiento. Como reflexión final le dije a mis colegas: sería útil que la clase dirigente toda, hiciera un ‘mea culpa’ y aceptar que, si hay una inconformidad generalizada, es porque muchos de los actos en que hemos participado, no se han hecho bien, o han sido insuficientes para responder a las circunstancias en las que hoy se mueve nuestra sociedad”.
Daño ya está hecho
La representante a la Cámara antioqueña, Margarita Restrepo, advirtió que “… los llamados ‘Petrovideos’ son espeluznantes. Cuando no están hablando de extorsiones, entonces es porque están concentrados en tapar las visitas de miembros del ‘Pacto Histórico’ a las cárceles con el fin de negociar la extradición con los capos más peligros del planeta. En otras circunstancias, están fraguando operaciones concentradas para liquidar moralmente a sus opositores. De la lapidación moral a la liquidación física hay menos de un paso. En todas las circunstancias, vemos a un Petro tranquilo, regodeándose, aprobando alternativas execrables, haciendo recomendaciones que rayan en el código penal, proponiendo tramoyas y urdiendo toda suerte de estrategias sucias que son fiel reflejo de su proceder. Este asunto no se evacúa con el anuncio hecho por el impresentable Roy Barreras en el sentido de que se separará de todas las actividades proselitistas. Menosprecian la inteligencia de los colombianos. El daño ya está hecho. Las sucias maniobras están consumadas”.
Razones de un fracaso
Una alta fuente de la Alianza Verde le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que “… el experimento político de la coalición de la Centro Esperanza no fue un error, como se está diciendo en muchos análisis y corrillos políticos… El problema no fue el cómo ni para qué, fue el quiénes, ya que mirando todo lo que pasó con la suficiente perspectiva concluimos que tratamos de hacer una alianza con perfiles e intereses políticos muy distintos, por más que todos dijeran que tenían grandes coincidencias… Al final, lo que se evidenció era que eran más grandes las diferencias”.