Comunicado uribista (I)
“El Centro Democrático es el partido en el que la soberanía descansa en sus militantes, por eso eligen candidatos y deciden. Además, los precandidatos se dan sus propias reglas hasta lograr consensos. El Centro Democrático es un partido que tiene como principio el respeto a la democracia participativa y a las reglas que surjan en el marco de los procesos internos”. Ese comunicado expedido el viernes pasado por el partido uribista dio lugar a distintas interpretaciones. Por ejemplo, para algunos sectores del Centro Democrático lo que se quiso hacer fue precisar que el expresidente Álvaro Uribe no es quien va a elegir a dedo al aspirante único de la colectividad y, por tanto, no tienen razón de ser los llamados de algunos sectores al exmandatario para que se salten los mecanismos de escogencia del aspirante que ya están señalados por acuerdo entre los propios precandidatos.
Comunicado uribista (II)
“… Lo que entiendo es que hay unos sectores que consideran que el partido no debe perder tiempo en el proceso de encuestas internas que se tiene previsto para seleccionar al candidato único y que lo más inteligente no es esperar hasta noviembre, cuando debe culminar este proceso, sino que se escoja de una vez al exministro Óscar Iván Zuluaga, que tiene apoyos mayoritarios que no ostentan el resto de los aspirantes”, dijo a EL NUEVO SIGLO una alta fuente uribista. Agregó que el comunicado responde, precisamente, a que no se van a cambiar las reglas del juego por más que la ventaja de Zuluaga sea tan evidente, sobre todo después de recibir esta semana el respaldo de 33 senadores y representantes a la Cámara.
¿Tregua verde?
Y hablando de polémicas internas, es claro que en la Alianza Verde las discusiones están a la orden del día. Por lo mismo, algunos parlamentarios son de la tesis de que debería convocarse a una especie de congreso o asamblea extraordinaria de la colectividad con el fin de que, a puerta cerrada, los bandos se digan a la cara lo que cada uno piensa del otro y por qué consideran que se debe apoyar a tal o cual candidato presidencial. Acto seguido se plantearía que se firme una especie de pacto de caballeros y damas para que todos los parlamentarios se comprometan a cesar la pelea por las redes sociales.
Mejor no tocar
Un estratega político que ha trabajado en distintas campañas presidenciales le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que hay algunos temas que “son de manual” en la estrategia proselitista. “… Hay asuntos que no se tocan porque siempre restan más de lo que suman… Uno de esos es precisamente el tema de las convicciones religiosas, o de la identidad de género en el ámbito personal o familiar… Cuando se ponen sobre la mesa, no solo ponen al candidato a la defensiva sino que le genera ruido negativo en sectores de la opinión en donde no tenían una opinión positiva ni negativa del mismo… Por eso, estos temas siempre deben tener un letrero encima que diga ‘no tocar’”.