Que los rescate
No paran los ecos en Venezuela al presunto abatimiento de alias ‘Jesús Santrich’, el domingo pasado, a manos de un comando armado en una zona montañosa de la serranía del Perijá, en territorio del vecino país. Como se sabe, la hipótesis más fuerte sobre los móviles del crimen apunta a que al cabecilla de las reincidencias de las Farc lo atacó un comando del frente 33 de las disidencias de esa misma guerrilla, al mando de alias ‘Gentil Duarte’. La diputada a la Asamblea Nacional, Delsa Solórzano, de la oposición, condenó que el ministro de Defensa del régimen dictatorial, general Vladimir Padrino López, y la cúpula militar hayan “abandonado” a los soldados venezolanos secuestrados por las disidencias desde marzo pasado en combates en el estado de Apure, en donde casi una veintena de uniformados de la Guardia Nacional Bolivariana fueron abatidos por los insurgentes.
Hipótesis
“Señor Padrino, Usted no es un civil que le exige al Estado. Usted es el responsable directo de que los soldados venezolanos estén secuestrados por la disidencia de las Farc”, aseguró Solórzano en redes sociales. La parlamentaria opositora advirtió que es obligación de Padrino López y del régimen rescatar a los militares tomados por la disidencia, de cuyo paradero hoy no se tiene noticia. Sin embargo, la semana pasada la Guardia Nacional dijo en un comunicado que había recibido “pruebas de vida” de los ocho militares plagiados. Incluso se alcanzó a especular, tras la muerte de ‘Santrich’, que el régimen había ‘canjeado’ la ubicación del campamento de este cabecilla a cambio de que las disidencias liberen a los uniformados.
Violencia disparada
En la Asamblea Nacional “legítima”, que es bastión de la oposición, en contravía a la otra Asamblea Nacional, elegida meses atrás con mayoría del régimen de Maduro y a la que la comunidad internacional no le reconoce validez, se trajo a colación un informe de Funda-Redes, una ONG que se considera muy conocedora de los temas de violencia y conflicto armado en Venezuela. De acuerdo con ese estudio, la “Curva de la Violencia” correspondiente al primer trimestre de este año dejó al descubierto la situación de vulnerabilidad que vive la población, en especial de la región suroccidental fronteriza con Colombia ante la presencia de grupos armados irregulares que, “con la autorización y la complacencia del Estado se han convertido en los dueños de estos territorios ejerciendo la fuerza para amedrentar”.
Cifras alarmantes
Las cifras de ese informe son alarmantes, al reportar homicidios, desapariciones, secuestros y enfrentamientos armados que constituyen los principales delitos en los seis estados fronterizos con Colombia: Apure, Amazonas, Bolívar, Falcón, Táchira y Zulia. La “Curva de la Violencia” registró entre enero y marzo un total de 306 homicidios en esos estados, de los cuales 161 corresponden a muertes en presuntos enfrentamientos con cuerpos de seguridad. Uno de los hallazgos más impactantes en este primer trimestre del año es el aumento en los casos de desapariciones y/o secuestros: 77 hechos frente a los 61 registrados en el mismo período de 2020, es decir, un incremento de 26,23%. Igualmente en el primer trimestre ocurrieron 113 presuntos enfrentamientos que involucran a organismos de seguridad del Estado y que dejaron 161 víctimas.