Ajedrez uribista
En las toldas uribistas la estrategia política para las elecciones presidenciales es tema de discusión y análisis todos los días. Por ejemplo, una alta fuente de la colectividad le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que no pocos de los partidarios de que Óscar Iván Zuluaga sea el candidato único de la colectividad para los comicios de 2022 consideran que lo mejor que le podría pasar al excongresista, excandidato presidencial y exministro caldense es que la hoy vicepresidenta Marta Lucía Ramírez renuncie a su cargo antes de terminar marzo con el fin de no inhabilitarse para aspirar a la Casa de Nariño el próximo año ¿Por qué? Según la fuente, resulta claro que si Ramírez entra al juego de las candidaturas a nombre del conservatismo, entonces muchos sectores del uribismo apostarán todo por el todo para que Zuluaga sea su candidato.
El riesgo
De acuerdo con la fuente, Ramírez sería una competidora fuerte en la coalición de centro derecha que se quiere construir para enfrentar a Gustavo Petro y Sergio Fajardo. En ese orden de ideas, si ella renuncia, de inmediato el uribismo tiene que pensar en un candidato propio lo suficientemente fuerte para ganarle a una dirigente que en 2014 puso dos millones de votos en la primera vuelta y en 2018 más de 1,5 millones de respaldos en la consulta popular interpartidista de marzo, en la que compitió con el entonces aspirante del Centro Democrático Iván Duque y el exprocurador Alejandro Ordóñez. En ese orden de ideas, si no hay un candidato uribista de peso en la consulta de marzo de 2022, ese partido corre el riesgo de perder en las urnas y tener que trabajar para la eventual aspirante conservadora.
¿Entonces?
Si ese fuera el escenario, los partidarios de que Zuluaga sea el candidato consideran que las opciones de este para ser el candidato único aumentan de forma significativa, bajo la tesis de que el Centro Democrático no solo quiere seguir en el poder, sino hacerlo con uno de los suyos y no de otro partido, por más que haga parte de la coalición de centro derecha. Ahora bien, si Ramírez decide no renunciar y opta por terminar su periodo como Vicepresidenta en agosto de 2022, la cuestión parecería más complicada para Zuluaga. De un lado porque el partido se tomaría más tiempo para definir las reglas del juego para escoger candidato único y, de otro, porque se postularían un mayor número de nombres, que así no tengan la potencia electoral para vencer a una dirigente como Ramírez, pensarían que no estando ella solo les bastaría con tener el guiño del expresidente Uribe, como pasó con Duque en 2018.
Lupa a tramposos
La Procuraduría, la Fiscalía y otros entes de control le pondrán la lupa al Plan Nacional de Vacunación con el fin de evitar que, sobre a todo a nivel regional y local, la politiquería y el tráfico de influencias lleve a que se acuda a la trampa y las ‘palancas’ para acceder a los biológicos antes de que corresponda el turno fijado por el sistema. También se espera que las veedurías ciudadanas estén encima de todo el proceso y denuncien a los avivatos.