Más gente en campo
En la última edición de la Revista Nacional de Agricultura, de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), el director del DANE, Juan Daniel Oviedo, hizo una radiografía sobre los hallazgos en la población rural, el despoblamiento del campo, el empleo y los ingresos de los hombres y las mujeres rurales, entre otros temas. Indicó que la población que se proyectaba a mediados de este año que estaba residiendo habitualmente en los centros poblados y en la zona rural dispersa del país, a partir del censo de población del 2018, era de aproximadamente 12,8 millones de habitantes. Las proyecciones que tenía el DANE desde el censo del 2005, ubicadas al mismo momento, es decir, a mitad del 2020, estaban esperando tener unos 11,7 millones de personas.
Más jóvenes
Sin embargo, la revista destacó en su portada que las estimaciones poblacionales del DANE rompen el mito según el cual el campo se está envejeciendo, es decir que hay una mayor proporción de personas mayores que jóvenes. “…Hay mucha participación de jóvenes y de hombres. El censo del 2018 nos hizo ver una foto en la que el campo está más que proporcionalmente poblado por jóvenes y por consiguiente todas las estrategias de educación pertinente, o de educación rural, de cobertura y de calidad, y al mismo tiempo de oportunidades para el trabajo de esos jóvenes en la zona rural, sin obligarlos a que se queden allá, son muy importantes para que ellos tengan opciones y no consideren que el único camino para progresar es migrar a la ciudad”, explicó Oviedo a la revista gremial.
Las excepciones
También indicó en la referida entrevista que “… tenemos una mayor participación de población joven que, ojalá, considere quedarse en esas regiones y no migre a la ciudad. Pero así como el campo o la ruralidad en general tiene una mayor participación de población joven, hay unos fenómenos de envejecimiento demográfico que suceden en algunas regiones del campo colombiano, como en la zona cafetera, donde la realidad es más aguda porque los jóvenes son enviados a estudiar a las ciudades o al extranjero, y no regresan a acompañar a sus padres. Así, por ejemplo, en el Eje Cafetero estamos viendo un proceso de envejecimiento de la mano de obra rural”.
Campaña y migrantes
Un veterano exparlamentario, según conoció EL NUEVO SIGLO, ha empezado a reunirse con algunos de sus antiguos cuadros de campaña electoral con el fin de vislumbrar la posibilidad de iniciar actividad proselitista a mediados del año entrante. Lo llamativo es que una de sus banderas de campaña será relativa a la defensa de los derechos de la población migrante venezolana en Colombia, ya que “… es necesario hacer más eficientes las políticas de apoyo e inclusión socioeconómica, así como acelerar los procesos de repatriación de presos venezolanos en nuestro país”. Obviamente se trata de un tema que despierta muchas sensibilidades en la opinión pública colombiana.
Réplica fajardista
Son muchos los ataques que está recibiendo el candidato presidencial Sergio Fajardo por cuenta del proceso de responsabilidad fiscal que le abrió la Contraloría a él y otros 27 altos funcionarios públicos y contratistas que tuvieron que ver con el proyecto de Hidroituango, en donde el ente de control estima un posible detrimento de 4,1 billones de pesos. Frente a esta difícil circunstancia varios alfiles del fajardismo están planteando una contraofensiva en redes sociales con el fin de revalidar la inocencia del aspirante a la Casa de Nariño y advertir que muchos de los ataques tienen un fondo típicamente electoral y político porque está encabezando las encuestas.